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Después de analizar el Acuerdo General Sobre Servicios (GATS) de la OMC y la experiencia mexicana en un primer artículo, en este segunda parte se analiza el caso concreto del CAFTA y se proponen vías para combatirlo.
El CAFTA…¿y Costa Rica? Puntualmente, el TLC va afectar a la UCR en cuatro áreas: servicios, inversiones, compras del sector público y propiedad intelectual. Además de lo ya expuesto con los GATS, con el TLC Costa Rica no podrá poner limitaciones al número de universidades privadas que existan, ni al precio de sus matriculas, créditos o sistemas de becas; tampoco podrá exigir que las instituciones se encuentren físicamente en el país, promoviendo de esta forma, una educación «light «a través de las universidades virtuales vía Internet.
Las ganancias que las universidades privadas obtengan de los estudiantes costarricenses, no tendrán que quedarse en Costa Rica, podrán ser transferidas en su totalidad y sin ningún inconveniente al extranjero. Además, con el Tratado se les brindarán facilidades para que los profesores extranjeros puedan ejercer la docencia, pasando por encima a las ya existentes para los profesionales en ingeniería, farmacia, cirugía y otros. Tampoco se incluye, por ejemplo, la ley de carrera docente.
El COMEX ha señalado en reiteradas ocasiones que en las medidas disconformes se obliga a que el 85% del personal en las U privadas sean costarricenses, sin embargo en el artículo 10 del capítulo 10 relativo a inversiones, refiriéndose al tema, finaliza diciendo que se cumple «siempre que el requisito no menoscabe significativamente la capacidad del inversionista para ejercer el control de su inversión. » El capítulo de propiedad intelectual nos va afectar desde las tradicionales antologías (limitando aún más el derecho a estudiar) hasta todas las investigaciones que realice la U. Se estima que la cantidad de dinero para pagar los derechos de propiedad intelectual y la capacidad económica real para patentar cualquier innovación, limitarían aún más las investigaciones universitarias.
La educación es un negocio que maneja solo en el campo universitario alrededor de $27 mil millones al año, 50 millones de trabajadores, 85 millones de estudiantes y 1000 millones de estudiantes potenciales. Tomando en cuenta el país con el que negociamos, lo pactado por Costa Rica en la OMC y la experiencia mexicana, el futuro de nuestra institución no es halagüeño.
La FEUCR pide públicamente a la Administración universitaria declarar un paro activo en el momento en el que el TLC entre a discusión en la Asamblea Legislativa. ¿Hasta dónde vamos a llegar por la defensa de la U y de nuestro país? Nosotros, los estudiantes, llegaremos hasta donde sea necesario.
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