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La Facultad de Medicina de la Universidad de Costa Rica (UCR) y sus escuelas deberían ser la vanguardia del cambio curricular para formar profesionales idóneos en la estrategia de la atención primaria de la salud.
Hace 40 años, en 1969, la Facultad de Medicina (FM) y la Escuela de Enfermería de la UCR (EE) trabajaban intensamente para responder a la coyuntura histórica que les encargaba preparar médicos y enfermeras en la cantidad y la calidad que exigía la universalización del seguro de Enfermedad y Maternidad (SEM), en un ambiente de resistencia y hostilidad de un minoritario pero importante grupo de profesores y estudiantes que defendían la práctica liberal de la medicina.
Desde el inicio de la Reforma Social en los años 40, hasta la apertura de la FM en 1961, siempre hubo resistencia de la mayoría de los médicos, bien organizados, que habían retrasado su apertura; luego seleccionaron, para formar médicos en el país, el modelo curricular de Abraham Flexner, adoptado por la mayoría de las escuelas de medicina norteamericanas. Este currículo privilegia la formación de médicos especialistas, en lugar de médicos generales integrales o médicos de familia.
Diez años antes, en 1959, se había reformado la Constitución Política, “dando a la CCSS un plazo de 10 años para universalizar el SEM”. La CCSS carecía de financiamiento, por lo que había que romper los topes de salario y asegurar a todos los empleados, lo que era combatido por los médicos y los empresarios, que querían un SEM sólo para empleados del Estado con salarios inferiores a 1000 colones.
La contribución obligatoria de todos los empleados financiaría la construcción de hospitales y la organización de consultorios externos. Pero el “cuello de botella” que impedía la universalización de SEM era, sin lugar a dudas, la falta de médicos y enfermeras. Para esa fecha, 1969, el país contaba con alrededor de 800 médicos, casi todos especializados o en vías de especializarse y dedicados a la práctica privada de la medicina.
¿Cómo resolvió la FM, con el apoyo del Consejo Universitario, la gigantesca tarea de formar 1500 médicos y 2500 enfermeras en un plazo de escasos 10 años?
Primero, debió planificar el desarrollo de la salud nacional, entre 1970 y 1990, ya que las Administraciones de don Francisco J. Orlich (1962/66) y de don José Joaquín Trejos no lo habían hecho. Había que proyectar la expansión de la cobertura de SEM entre 1970 y 1980.
Así fue como se desarrolló, en la FM, el “Primer Plan Nacional de Salud” que fue acogido y puesto en marcha en 1970, por el Dr. José Luis Orlich, Ministro de Salud del Presidente Figueres. En la formulación de ese Plan Nacional de Salud tuvieron participación importante la experiencia y las ideas de los doctores Rodolfo Céspedes, Saed Mekbel, Jorge Salas, Guido Miranda, Fernando Coto Chacón, entre otros, y una participación destacada, por su conocimiento de la CCSS, de don Rodrigo Fournier.
Segundo, se sustituyó el currículo flexneriano por uno dirigido a formar médicos generales con capacidad para ejercer la medicina general antes de especializarse. En la Primera Mesa de Educación Médica (1966) se cuestionó la conveniencia del Currículo Flexneriano, porque la mayoría de los primeros graduados de la FM salieron a especializarse en el extranjero. Muchos de ellos nunca volvieron al país. En la Segunda Mesa Redonda (1968) se identificó la necesidad del cambio curricular. El Primer Congreso Nacional de Educación Médica (1970) discutió sobre cuatro posibles planes de estudio y se votó por uno de ellos.
Tercero, se impulsó una política nacional de población partiendo de la fundación, en la FM, del Centro de Estudios de Población (CESPO), política acogida por la Administración Trejos Fernández y su Ministro de Educación, don Víctor Manuel Brenes Jiménez (1968). Cuarto, al aprobarse un nuevo currículo, hubo que ofrecer la oportunidad de estudio a todos los jóvenes que tenían derecho a cursar en el flexneriano. En 1973, el primer año de “viejo currículo” matriculó los últimos 187 estudiantes, quienes compartieron con los 140 estudiantes del “nuevo currículo”.
Al mismo tiempo, se logró convencer al Consejo Universitario para que aceptara a la Escuela de Enfermería (EE) como pieza fundamental entre las unidades académicas formadoras de profesionales. A cambio, la EE asumió la heroica tarea de formar 2.500 enfermeras para asegurar la universalización del SEM. Para ello, abrió un programa cuatrimestral, por varios años, en el que iniciaban carrera 100 nuevas estudiantes, tres veces al año, para obtener su diploma en dos años.
La EE abrió, también, los programas de Bachillerato y Licenciatura. Sobra afirmar que sin esta proeza de la EE, la universalización del SEM se habría retrasado varios años o tal vez, fracasado.
En 1974, se aprobó la Ley Nacional de Salud y la Ley de Traspaso de Hospitales. Se rompieron los topes salariales y se universalizó la cobertura del SEM. La FM y la CCSS facilitaron la apertura de 27 especialidades y se admitieron 80 residentes. La Sección de Carreras Cortas, organizó 29 programas para formar técnicos en las más diversas destrezas. Finalmente, la FM se dividió en cinco escuelas: Medicina, Enfermería, Salud Pública, Nutrición y la Sección de Tecnologías Médicas.
Para la década de 1980 a 1990, estaba claro el camino señalado por el Primer Plan Nacional de Salud y la Ley Nacional de Salud, para terminar con la dicotomía Ministerio de Salud/SEM. Se proponía integrar el Sistema Nacional Único de Salud, el que, finalmente, ofrecería la medicina familiar a toda la población nacional.
Pero, a partir de 1983, la historia fue otra muy diferente, tanto en la Escuela de Medicina como en el Ministerio de Salud y en la CCSS. ¿Por qué la Facultad de Medicina disminuyó notablemente su participación en la formulación de la Política Nacional de Salud? ¿Cómo evolucionó el “nuevo currículo” con relación a las tendencias modernas de formar médicos con énfasis en la Atención Primaria de la Salud? ¿Y la Escuela de Salud Pública retroalimenta los Planes de Estudios formadores de profesionales en medicina, enfermería y nutrición?
En realidad, quedan muchos temas interesantes que analizar y debatir, ahora que OMS/OPS recomiendan volver a la formación rigurosa de profesionales en el ejercicio de la Atención Primaria de la Salud.
El período entre 1983 y el 2008 debe ser analizado puntualmente para entender qué es lo que ahora está pasando en un Ministerio de Salud muy debilitado y una CCSS muy complicada.
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