La antología “Carmen Lyra. La educadora. Una pedagogía para la vida” reúne textos escritos por María Isabel Carvajal entre 1911 y 1947, en lo que da su visión de una pedagogía a favor de las necesidades humanas.
Se recuerda a la Carmen Lyra literata, a la Lyra política y a la maestra. Pero María Isabel Carvajal tuvo una visión crítica y minuciosa de la sociedad y la educación del país, lo cual plasmó en muchos de sus textos que fueron reunidos por Isabel Ducca, recopiladora  e investigadora de la antología “Carmen Lyra. La educadora. Una pedagogía para la vida”.
Dicha antología reúne, cronológicamente, 31 textos de Carmen Lyra, escritos en un periodo que va de 1911 a 1947.
Muchos son desconocidos, porque después de su primera aparición no se volvieron a publicar, como es el caso de los escritos que se divulgaron en la revista El Maestro, en la década entre 1920 y 1930, de los cuales la mencionada antología recopila 9.
 
También hay 4 textos de ficción, incluidos por su gran valor literario y por su visión de la educación: “Carne de miseria”, “La campana”, “Silueta de la escuela maternal” (2 tomos), así como otros escritos que aparecieron en revistas como Trabajo, El Espectador y Repertorio Americano.
 
 
La antología, que imprimió la Asociación Nacional de Educadores (ANDE), fue presentada el 23 de abril en la Sala al Mérito Andino y, a partir de ese día, se distribuiría de manera gratuita.
Ducca inició la selección de los textos en el 2010, cuando leyó un artículo de la revista El Maestro, que la motivó a buscar más. Al investigar y reunir otros textos notó que había una visión constante: “sin que Carmen Lyra estableciera una cronología o secuencia sobre textos en educación, a lo largo de su producción siempre hay un interés por esta y por la situación de los maestros”, dijo Ducca.
Muchos de los textos que se publicaron en El Maestro se refieren claramente al papel del educador y la educadora, como agentes de transformación en la educación y la sociedad. “Desde sus inicios, Carmen Lyra concibe que la labor de la educación y de los educadores es crear una relación constante entre la escuela y la comunidad”, explicó Ducca.
En sus escritos, además, hay una crítica a la pedagogía oficial. Por ejemplo, en “De la represión, del juego y del movimiento en los niños” –el cual incluye las fotografías con las cuales Carmen Lyra ilustró el artículo en su primera publicación− es un texto en el que ella defiende el movimiento en los niños y critica muy duramente la escuela autoritaria, y afirma que es tan importante planear un recreo como planear una clase. Hay deficiencias en  la educación que todavía se mantienen en muchos casos, opinó Ducca.
En otros escritos, Carmen Lyra observa las actitudes del gremio magisterial. Principalmente, se refiere a cuáles debería ser las formas de actuar del Magisterio con respecto a la situación política, a la misma situación gremial y a la educación; entre estos, están los textos que fueron tomados de la revista el Trabajo.
De acuerdo con Ducca, hay artículos muy puntuales y específicos en cuanto a una situación y época; sin embargo, están incluidos dentro de la antología porque se consideró que de una u otra forma transmiten una visión de la educación y del país, además de que dejan ver las minuciosas observaciones de Carmen Lyra acerca de su contexto.
El criterio que se utilizó para reunir los textos es la importancia de dar a conocer a Carmen Lyra, sobre todo al gremio de educadores para el cual está pensada la antología; “que los educadores y las educadoras costarricenses tengan un diálogo con otra educadora de este país, ese es el criterio fundamental”, puntualizó.
“Se conoce muy poco de estas observaciones, en parte porque su obra es dispersas; por eso, se ha hecho esta antología. Creo que los gremios de educación deben entablar un diálogo con esos pensadores que formaron la noción de educación en este país, no necesariamente para alabarlos, sino para dialogar y polemizar”, agregó la compiladora.
Otro texto importante dentro de la antología es “El grano de oro y el peón”, en el que  se explica a los trabajadores y peones agrícolas cómo se forma el capital económico. Este artículo está incluido porque Carmen Lyra sigue trabajando en el aspecto educativo, a pesar de que en ese momento ya no estaba dentro de las labores de la pedagogía oficial. Además,  el texto ofrece una visión diferente y nuevas alternativas sociales. Esta constante también se puede observar en otros artículos que Ducca tomó del periódico Trabajo.
“El grano de oro y el peón’ es para mí un texto de lo que se concebiría como educación popular. No es un texto que hable de la educación en sí, pero contiene una noción de la pedagogía. Carmen Lyra fue educadora y aunque fue destituida en 1933, sigue haciendo educación hasta el día que se muere”, destacó.
Los artículos reunidos en la antología se centran en el ojo crítico de la escritora. Carmen Lyra cuestiona fuertemente la enseñanza oficial y propone una pedagogía para la vida, y lo plantea en más de una ocasión: la escuela debe estar al servicio de la vida y muchas veces la educación tradicional contradice las necesidades humanas.
“Carmen Lyra no sistematiza ni establece una pedagogía claramente conceptualizada, pero ella, a lo largo de la vida, insiste en que la educación y la pedagogía debe estar en función de los seres humanos y sus necesidades”.
En 1933 el secretario de Educación, Teodoro Picado, destituyó a Lyra porque publicó una carta en defensa de dos compañeros comunistas, que habían sido expulsados del país. Picado insta a la educadora a concentrarse en sus labores, pero ella consideró que la educación también debe enseñar a luchar por la libertad.
Cabe mencionar que la Comisión Cátedra Andina de la ANDE contactó a Isabel Ducca para impartir un taller de lectura, para el cual ella propuso “Siluetas de la maternal” −de Carmen Lyra− y el cual dio buenos resultados. A finales del 2011, Ducca escribió una nota a la ANDE, propuso la antología y se mostraron interesados. En el 2012, se acordó publicarla en la imprenta de la asociación.
Esta antología forma parte del proyecto de la Cátedra Carmen Lyra, que pertenece a la Escuela de Literatura y Ciencias del Lenguaje de la Universidad Nacional, y formó parte del trabajo de la Cátedra en el 2012.
 

Un recuerdo borroso

El artista plástico Juan Luis Rodríguez Sibaja (1934) recuerda de su infancia cuando asistió un año al Kínder Maternal, que estaba contiguo al Edificio Metálico, en San José.
Este centro educativo era la Escuela Maternal Montessoriana para la enseñanza preescolar pública, que Carmen Lyra y Luisa González fundaron en 1926.

Rodríguez tiene un leve recuerdo de una ocasión con Carmen Lyra y sobre todo de su experiencia en el maternal, cuando tenía 5 años. “Recuerdo que mi madre nos repetía: ahora ustedes van a ir al mejor kínder que existe en el mundo, y nos bordó ‘Kínder Maternal’ en las camisas”.

“¡Ese  kínder era tan lindo! Tengo una imagen borrosa de un piano en un extremo del salón, Carmen Lyra sentada al piano y nosotros alrededor de ella cantando; nos miraba con mucho cariño. También, recuerdo que nos sentábamos en círculo a su alrededor y nos contaba historias. Era una clase muy especial; solo tengo memoria de esa”, rememoró el artista.