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CRITICA Revista Dominical. LA REPUBLICA. Domingo 28 de febrero de 19883 Coordinador: Orlando Garcia Valverde MI)
EL PERFUME (Historia de un asesino)
Mario Resolesch arte. una eta de sones es ha una vada encia a que ripan icos: hi el to de és de va en ersas verdad es que, percatados, nos prestamos al juego lúdico literario, lleno de trucos. Fue aquí, en el lugar más maloliente de todo el reino, donde nació el 17 de julio de 1738 Jean Baptiste Grenouille. Pronto tenemos escenas cautivadoras: el futuro criminal viene al mundo en medio de la inmundicia y la barbarie (el East End londinense relatado en Gente del Abismo, de Jack London; en Oliver Twist, de Charles Dickens. cae en manos de la nodriza Jeanne Bussie, que más rápido que ligero va al convento de Saint Merri y lo deja en manos del monje Terrier. imponiéndose la idea de una criatura posesa (El Exorcista, de William Peter Bleaty) que, horrorizado, igualmente, se deshace del niño, dejándolo en manos de madame Gaillard (por aquí se le asocia con David Coopertield y, cuando lo cede a ly.
monsieur Grimal, un curtidor, el pensamiento se remonta a los tiempos de la Revolución Industrial inglesa. En el capítulo ocho se estrena el asesino, en la Rue des Marais, 1º de setiembre de 1753 (Poe, Jack el Destripador o, mejor dicho, Montague John Druit, según se estima su verdadera identidad en la obra El Otoño del Terror. de Tom Cullen. subsistir y. de los olores que permiten identificarse a los animales según la especie.
Por aquí lo tenemos (a Jean Baptiste Grenouille) haciéndose presente en el palacio del marqués Taillade Espinasse, donde le espera el banquete perfumista de la hija de éste, que aspira. que atrapa.
Siendo apresado y a punto de ser ahorcado, sucede. lo que quiero presentar como hipótesis de lo que quiso expresar Suskind, y si no, para mí. Veamos. es de país.
REO que casi el ciento por ciento de quienes adquirimos y empezamos a leer el libro El perfume de Patrick Suskind, no teníamos la idea de que se trataba de una ficción tipo Sherlock Holmes, doble asesinato de la Calle Morgue, Dr. Jeikyll y Mr.
Hyde. pues en este aspecto se imponía una expectativa más real (después de todo, es la historia de un asesino. Jack el Destripador, el Destripador de Yorshire o, según se identificaba, Jack Segundo (así de célebre el Primero. el Estrangulador de Boston, o, cuando menos, el Drácula de Brand Stoker. El inicio de la obra ayuda también a concebirlo de tal manera: descripción geográfica del París siglo dieciocho; personajes que actúan con sustento real. bueno, ya está donde necesariamente tenía que llegar: en la perfumería de Giuseppe Baldini (recordándonos al Melqulades de Cien Años de Soledad, como, cuando al concocer al gitano, pensamos un poco en Don Quijote. hasta en la extrapolación de Pélissier (ě Merlin. Ahora, Jean Baptiste Grenouille, desaparece según lo describe el autor, contrahecho como el Quasimodo de El Jorobado de Nuestra Señora y empieza un peregrinaje escasamente aventurero; más parece un demonio errante acertadamente asi movido para los efectos de la novelapor Orleans y hasta la cima del volcán de dos mil metros de altura Plomb du Cantal, al que llega una noche de agosto del año 1756. y donde parece hacer filosofia de la vida, de su destino y, sobre todo, preparar su olfato para la tarea cumbre, para lo que pretendo probar, pues la cueva en que se refugia como un animal tiene que ver, mucho más bien, con la idea de que se trata de una vuelta al ser primitivo del hombre, en el que, a pesar de la cruenta lucha por la supervivencia, estaba íntimamente unido a la horda a través de la necesidad para Por estos lares aparece nuevamente Melquiades en la figura del marqués de la Taillade Espinasse con el fluido letal (lo estrafalario, lo desmesurado de Garcia Márquez y otros antes que él. Peregrina por Marsella, Tolón, Cannes. desde donde luego de dos horas de camino llega a una cuenca de varias millas de extensión, una especie de plato gigantesco rodeado de colinas de pendiente suave y sierras escarpadas, cuya dilatada depresión estaba cubierta de campos recién labrados, jardines y olivares, Sobre este plato reinaba un clima muy particular, de una intimidad sorprendente. donde, no sin antes perfeccionar su fórmula, en el taller del estinto maitre parfumeur Honoré Arnulfi, logrará su perfume final, extraído de doncellas campesinas.
hasta terminar siendo devorado, como el último Buendía, sólo que no por hormigas, sino por hombres y mujeres desarrapados, bestializados. que, al hacerlo, en sus almas tenebrosas se insinuó de repente una alegría muy agradable. Por primera vez habían hecho algo por amor (Pág. 237 y final) Cien Años de Soledad, definitivamente.
argumento con señalamientos de las posibles influencias, conscientes o no y por lo demás presentes en toda obra literaria.
Pero es tiempo. por mi interés (la hipótesis. de retomar el momento en que Jean Baptiste Grenouille va a ser ahorcado por la muerte de la hija del marqués de la Taillade Espinasse, y complementarlo con el estado en que los miserables caen al devorarlo. En ambos casos, de una u otra forma, se apodera de los personajes un sentimiento de amor rayano en la santidad, en el misticismo; es que el perfume según mi tesis es un símbolo. Recuerdese que han sido extraídas (las mejores fragancias)
de doncellas; quiérese decir, de la pureza, de la lozanía; se les ha succionado la pristina alma, que, al ser olfateada y percibida así, hace recobrar a hombres y mujeres lo ontológicamente humano, haciéndose perdonar lo imperdonable en situaciones de deshumanización. El discurso parece decir (de tal manera lo pienso) que hemos perdido lo más esencial de la especie, del homo sapiens, más aún, del eslabón perdido: su sabor, su identidad (olor perfume) y que sólo recobrándolo como cualidad podremos asumir el nivel humano, su excelsitud.
El resto queda para filólogos y lingüistas, que a no dudarlo, hallarán grandes deficiencias estructurales, porque sí las tiene, además. para los logicistas, lo mismo, que encontrarán incongruencias. para los cientificistas, también, pues realmente descubrirán que, en mucho, se trata de una erudición sobre perfumería que no es tal, sino simple documentación. Pero es un buen libro, con un excelente poema subyacente que incita, divinamente, a la unión del bípedo implume. genial en su mensaje esotérico, según he creído demostar, por tanto. Habré visto más de la cuenta?
Lo dicho hasta el momento resulta en gran parte una breve reseña, una especie de Mario Rosales Chacón Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miquel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura luventud Costa Rica

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