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16. Revista Dominical. LA REPUBLICA. Domingo 27 de marzo de 1988 Este es mi PROBLEMA Dra. Emily Powers Querida doctora: Le cuento bo que me pasa: en mi primer matrimonio fracasé; me quedó una hijita. Luego tuve otro novio: lo amaba mucho, hasta enloquecer; me dejó plantada por chismes de la gente. Me fui a trabajar en San José y conocí a un hombre de edad, maduro, y lo que no había hecho con los otros lo dice con él: me entregué sin condiciones. Un día me llamó y me dijo que terminaramos la relación porque él era casado. Yo sufrí mucho, porque lo amaba de verdad, y me vine para mi pueblo. Ahora él me busca constantemente, dice que es divorciado, que volvamos a amarnos; pero yo tengo desconfianza, porque un día lo vi con una muchacha, que es su hija. El dice que quiere venir a mi casa. En mi casa yo tengo mucha incomprensión de parte de mis familiares, que no lo van a aceptar, y aunque lo ame mucho, ahora no deseo tener problemas.
Mujer desilusionada de la vida Estimada señora: No tiene por qué sentirse desilucionada de la vida. Si medita con sinceridad comprenderá que gran parte de los problemas que ha tenido que enfrentar son consecuencia de sus propios errores.
Acéptelo valientemente, y no limite su vida a ser un instrumento emocional en manos de otras personas. Tenga fe en usted misma, en su capacidad para forjar para usted y para su hija una vida placentera. Empiece el año con pensamientos positivos. la próxima vez que se involucre emocionalmente, esté segura de hacerlo con una persona que realmente lo merezca.
Emily Powers PUES chica en espera del futuro: No permita que le amarguen la vida los consejos de esos que usted llama amigos. No tiene por qué dudar de las palabras y los sentimientos de su novio. Espere con confianza y procure darle un auténtico apoyo emocional a quien está estudiando para superarse. Le deseo suerte.
Emily Powers Juan Pablo II Abangares Doctora Emily Powers: Este es mi problema: Mi esposo de 44 años, en 1985 se fue de la casa con otra mujer, joven, de unos 20 años. Después de meses volvió pidiendo perdón y suplicando quedarse en la casa.
Yo lo acepté; pero ahora me doy cuenta que ha seguido visitando a esa joven y lo que es peor, ella está embarazada. La muchacha es de mala conducta y vive en compañía de otras prostitutas. Soy maestra, con un hijo de 17 años y una niña de 12. Tengo 40 años.
Siempre he luchado por mantener mi hogar, porque mis hijos tengan su padre; pero ahora estoy confusa. No sé como decirselo: me siento engañada nuevamente; pero quisiera también que mis hijos no perdieran a su padre. El actúa en la casa de la mejor manera; pero yo estoy segura que todo lo está fingiendo. De que visita esa casa, me lo dijo una pesona muy seria y responsable. Contésteme pronto porque me siento muy deprimida.
Enamorada de esposo infiel. Estimada señora: Le aconsejo que hable sinceramente con su esposo acerca de este problema; es de ambos, y sólo ustedes dos pueden resolverlo en forma conveniente para la familia en general. Por su parte, no busque escudarse en los sentimientos de sus hijos; si usted ama a su esposo y está dispuesta a perdonarlo, reconózcalo ante usted misma con valentía, y con igual decisión acepte las consecuencias. Tome en consideración que la mejor conveniencia de sus hijos también está en que usted viva tranquila y no se sienta insegura en el hogar, o nuevamente engañada.
Plantee a su cónyuge la realidad de su conducta, escuche con serenidad las razones que él le exponga y explíquele el peligro real que para la salud de toda la familia implica la relación con prostitutas. La determinación acerca del futuro de su hogar debe tomarla responsablemente después de haber analizado a cabalidad sus propios sentimientos, los de su esposo y la conveniencia de los hijos.
Emily Powers ¿No son estas realidades de las que se siente necesitado nuestro corazón peregrino. No puede pensarse en una felicidad humana auténtica, fuera de ese contexto de conciliación y de amistad sincera. Pues bien, la Eucaristía no sólo significa esta realidad, sino que la promueve eficazmente. San Pablo tiene una frase sumamente clara a este respecto: Nosotros observa somos un solo cuerpo, pues todos participamos de ese único pan. El alimento Eucarístico, haciéndonos consanguíneos de Cristo, nos hace hermanos y hermanas entre nosotros. San Juan Crisóstomo sintetiza así; con estilo incisivo, los efectos de la participación de la Eucaristía: Nosotros somos ese mismo cuerpo. Qué es en realidad el pan. El Cuerpo de Cristo. Qué se hacen los que comulgan. Cuerpo de Cristo. De hecho, como el pan es el resultado de muchos granos que, aunque sigan siendo ellos mismos, si embargo no se distingue porque están Unidos, así también nosostros nos unimos mutuamente con Cristo. No se alimenta uno de un cuerpo y otro de otro cuerpo distinto, sino todos del mismo cuerpo.
La comunión eucarística constituye, pues, el signo de reunión UNA MESA de todos los fieles. Signo verdaderamente sugestivo, porque en la sagrada mesa desaparece toda diferencia de raza o de clase social, permaneciendo solamente la participación de todos en el mismo alimento sagrado. Esa participación, idéntica en todos, significa y realiNo fue casualidad que za la supresión de todo lo que divide a los hombres y efectúa el enel Señor, deseando cuentro de todos a un nivel superior, donde toda opción queda eliminada. La Eucaristía se hace de ese modo el gran instrumento de aprodarse por entero a ximación de los hombres entre sí. Siempre que los fieles participan nosotros, eligiera la forma de ella con corazón sincero, no pueden dejar de recibir un nuevo imde comida en familia. El pulso para una major relación entre sí, con el reconocimiento recíproco de los propios derechos y también de los correspondientes debeencuentro en torno a una res. De esa forma, se facilita el cumplimiento de las exigencias pedimesa dice relación das por la justicia, debido precisamente al clima particular de relaciones interpersonales que la caridad fraterna va creando dentro de la interpersonal y propia comunidad.
posibilidad de Es instructivo recordar, a este respecto, lo que sucedía entre los cristianos de los primeros tiempos, a quienes los Hechos de los Aconocimiento recíproco, póstoles los describen Asiduos. en la fracción del pan. De ellos de cambios mutuos, de se decía que vivían unidos, teniendo todos sus bienes en común; pues vendían sus posesiones y haciendas y las distribuían entre toу diálogo enriquecedor. El dos según la necesidad de cada uno. Con tal procedimiento, los priconvite eucarístico se meros cristianos ponían en práctica espontáneamente el principio, según el cual los bienes de este mundo están destinados por el Crehace así signo expresivo ador para atender las necesidades de todos, sin excepción. La caride comunión, de perdón dad, alimentada en la común fracción del pan. se expresaba con na: tural continuidad en la alegría de gozar juntos de los bienes que Dios y de amor generosamente había puesto a disposición de todos. De la Eucaristía brota, con actitud cristiana, fundamental, la repartición fraterna.
Si usted tiene algun problema escriba a la doctora Emily Powers. Apartado 2130 1000 San José. En esta sección aparecerá su respuesta.
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