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LA REPUBLICA. Jueves 13 de octubre de 1988 13 OPINION Elementos para un nuevo ideal de la educación Alcohol y muerte Ing. Rodrigo Ml. Cavallini Los días 26 y 27 de agosto recién pasado, se inició la primera fase del Congreso Pedagógico Nacional, en casi todos los circuitos escolares del país, con la participación de educadores, miembros de los gobiernos estudiantiles, padres y representantes de grupos organizados de la comunidad y de los gobiernos locales, quienes analizaron un interesante temario, Lic. Rafael Angel previamente establecido por los Calderón Fournier organizadores. La sociedad costarricense, con sobradas razones, espera que ésta sea otra magnífica oportunidad para hacer un alto en el camino y crear nuevos hitos para la educación costarricense. Compartimos el criterio de que sobre materia tan delicada y determinante de la calidad de vida de los costarricenses, opinen los expertos, las autoridades ministeriales, los líderes gremiales, los educadores y estudiantes quienes son los que sufren las consecuencias de las decisiones superiores, en el esquema presente y las fuerzas vivas de nuestras comunidades. Lo que podría ser cuestionable es la predeterminación de un limitado temario, dado que ello restringe la iniciativa, la crítica y las proposiciones sobre tantos y tan agudos problemas de la educación nacional, y que no fueron objeto de este estudio en apariencia dirigido. También cabe preguntarse que utilidad tienen en este nuevo esfuerzo, procesos de consulta y de amplia participación impulsados por ministros de Educación de administraciones anteriores. modo de contribución a ese diálogo nacional sobre el nuevo ideal de la educación, quiero señalar algunos elementos constitutivos, a mi criterio, de lo que debe ser y lo que queremos que sea nuestro sistema educativo.
En una ocasión anterior lo hice con las organizaciones gremiales, a las que les envié, en consulta, una propuesta que hice en una mesa redonda organizada por el Colegium Academicum de la UACA, sobre Educación, Calidad y Modernización.
Educar para la libertad: La totalidad del proceso educativo, dentro de las aulas y fuera de ellas, debe tener como norte el fortalecimiento de la libertad de la persona en sociedad. Ninguna educación ha de ser deseable si tiende a someter a la persona a la voluntad de otras. La educación misma ha de ser una práctica constante de libertad, según la cual cada persona tiene derecho a expresar sus criterios y a defenderlos con ideas, con fundamento en la razón, el conocimiento y la inteligencia. Si educamos para la libertad estaremos invirtiendo en el perfeccioamiento de la democracia y en el disfrute de mejores condiciones de vida.
Educar para la solidaridad: La libertad no debe ser entendida como irresponsabilidad con respecto a los demás. La educación ha de saber conjugar libertad con solidaridad humana y responsabilidad social. Cada uno, dentro de su diversidad, habrá de encontrar los mejores recursos con qué enriquecer la obra común de la sociedad costarricense, nuestro bien común nacional.
Si educamos para la solidaridad estaremos formando para la justicia, para la convivencia pacífica.
Educar para la creatividad: El hombre libre ha de ser creativo, enriquecedor de sí mismo y constructivo con los demás. Nuestra educación, por lo tanto, ha de esmerarse por estimular en el estudiante, dentro de la más plena libertad de la persona, sus particulares aptitudes, de manera que cada uno desarrolle su potencialidad con gran riqueza. Que cada uno sepa cuáles son sus fortalezas y cuáles sus debilidades. Que cada quien sepa escoger conscientemente el camino de su vocación.
Si educamos para la creatividad estaremos formando para el futuro, para el mejor desarrollo integral del país.
Muchos otros elementos podrían agregarse al ideario nacional en educación, extraídos, incluso, de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Sólo apunto tres que estimo relevantes y que no son novedosos, porque han sido motivo de desvelo para nuestros educadores más insignes, pero que no por dichos, han sido cumplidos. Por ello hay que repetirlos, con el ánimo de que algún día sean felices realidades y no ideales pendientes de ser cristalizados.
Sin embargo, he de apuntar mi congoja por el hecho de que nuestra educación difícilmente podrá ser transformada si no retomamos el camino abierto hace muchos años por los grandes educadores de nuestro siglo: el humanismo. Ninguna nueva tecnología, ninguna transformación metodológica, serán capaces de sustituir la esencia de la labor magisterial de profundo sentido humano. Si ésta no existe, ni si se da en condiciones óptimas, nada será posible. Sin duda, es necesario una buena actitud en los maestros y en los estudiantes, aunque más en el conjunto de la sociedad, para que esa imprescindible labor magisterial tenga su mejor soporte.
La jerarquía ministerial no debe ver al maestro como un funcionario más, sino como un ser humano que tiene la sublime y delicada misión de trabajar con las mentes de las nuevas generaciones. No son necesarias las instrucciones burocráticas, las supervisiones policiales de la labor del maestro, cuando hay comprensión y respeto para el educador y su obra social de profundo sentido humano, y existen las condiciones materiales, técnicas y sociales propicias para el desarrollo profesional de los maestros.
Por su parte, la sociedad debe revalorar la misión del maestro y contribuir a ella, evitando injustas generalizaciones sobre la calidad de nuestro magisterio y contribuyendo, con el ejemplo, a la formación espiritual e intelectual de los niños y los jóvenes de Costa Rica. De manera que somos todos los llamados a transformar nuestra educación y a revivir en nosotros y proyectar a los demás el espíritu ilustrado y sensible de Omar Dengo, Carmen Lyra, Carlos Gagini, Joaquín García Monge, quienes demostraron que las limitaciones económicas, derivadas del subdesarrollo, no son obstáculo insalvable para la excelencia educativa, todas las enfermedades que se propagan más en forma negativa, en la vida familiar, está el alcoholismo.
Da tristeza como esos hijos y esas madres esperan el toque de la puerta, para el arribo de su padre, que en la mayoría de las veces se presenta totalmente en estado de ebriedad y la singular secuencia de lo que les espera, cuando comienza a manifestarse en su estado, tirándolo todo, maltratando a sus seres queridos y objetos materiales que se encuentran a su alrededor, y neciamente pidiendo más tragos de licor, así sea de alcohol de fricciones.
Nadie puede dormir, ni en la casa ni en el vecindario, en muchas ocasiones los vecinos conmovidos por la situación, acuden en auxilio de esa pobre familia, cuando éstos tienen suerte de contar con buenos vecinos, pues tampoco ellos pueden conciliar el sueño.
Me acuerdo de un compañero de tragos en la cantina Pecos Bill. que me contaba la historia de su vida, a pesar de las copas, a los 18 años, su profesión de periodista le había abierto un risueño porvenir, pero ese porvenir se fue quedando poco a poco en el fondo de las botellas y se llegó a convertir en un pensionista más de las cantinuchas, que son lugares en San José, en donde la vida deja de valer para sus clientes es que el alcohol lo desbarata todo, lo que no desbarata lo arruina hasta llegar a convertir a su víctima en una piltrafa de la humanidad.
El alcohol no respeta clases sociales, ni a mujeres ni a hombres, ni a profesionales, ni a no profesionistas, y cuántos profesionales están atrapados por el alcohol y no han podido realizarse realmente en su carrera y hasta dejado de lado sus estudios; comenzaron con unos tragitos sociales que luego se hicieron más frecuentes, hasta llegar a lo que es propiamente un lamentable estado de alcoholismo, y como el periodista en mención, terminaron en el fondo de una botella de licor, que vale unos cuantos pesos.
Ahora, pasando al tema de nuestro país, vemos con tristeza que aún existan cantinas en muchas esquinas, el porqué se permite esta alcoholoquemia, la ignoro, las autoridades lo que se limitan es a pasar por el frente de ellas por si acaso ocurre algún disturbio callejero, obedeciendo órdenes superiores.
Pero lo más alarmante es el gran número de cantinas que se abren, y más aún que se abran en lugares cercanos a los centros educativos, principalmente cerca de escuelas y colegios.
El alcoholismo es una enfermedad insidiosa, progresiva e incurable y cuyo final total es la muerte.
La única manera de frenar el alcoholismo, antes de que se llegue a ese fatal final, es el integrarse a los grupos de Alcohólicos Anónimos.
He conocido gentes desahuciadas, verdaderos seudomaniáticos, que entran al programa y que poco a poco van tomando voluntad de sí mismos, hasta llegar de 24 en 24 horas, a ser gente de provecho, de reponsabilidad y respeto que habían perdido, y que cada día se van sintiendo mejores, hasta el punto de estar moralmente preparados para integrarse sanamente a la sociedad, convirtiéndose en hombres y mujeres serios y útiles de nuevo.
En el programa de Alcohólicos Anónimos, las personas hablan entre sí, dialogan, poniéndose de relieve el lema de que Un alcohólico habla con otro alcohólico.
Ahora existe además una muy venerable institución llamada El Hogar Salvando al Alcohólico. que brinda ayuda sin cobrar nada a las personas decididas a dejar de tomar licor; se les da a los enfermos un tratamiento que consiste en una terapia que se imparte de tal manera que cuando salen del Hogar, salen con conocimientos de la enfermedad que les aflije, de lo que es el alcohol y la forma en como deberán actuar en el futuro sin ingerir alcohol.
Por último quiero poner un ejemplo de lo que es un alcohólico; a un canceroso toda persona lo respeta, lo cuidan con esmero y tratan de aliviarle su dolor, con el enfermo alcohólico ocurre todo lo contrario, todas las puertas se cierran y sólo Alcohólicos Anónimos y este Hogar Salvando al Enfermo Alcohólico se la abren.
Aprovecho este medio para hacer reflexionar, para que los habitantes de este bello país comprendan el error en que se encuentran al seguir bebiendo licor; y para hacer un llamado a todos, para que colaboren en la vigilancia y a que les den una oportunidad a los entermos de este tipo, en especial a los que han llegado ya a ser harapos dormidos en medio de las aceras, ellos también tienen cabida en Alcohólicos Anónimos y en Hogar, porque como les decía en AyA no hay distinciones, todos somos iguales.
Dinero no pedimos porque Alcohólicos Anónimos se mantiene con las contribuciones de sus propios miembros, negándose a recibir dinero de afuera.
Chile: victoria de la democracia ola OM PRESTAMO Por Rolando Castro Salas OCAS veces en la historia política latinoamericana, un proceso electoral causa tantas y tan diversas tomas de posición, en todos los focos de discusión, como el reciente plebiscito del de octubre en Chile.
Hay quienes celebran con júbilo la victoria del NO por un simple antipinochetismo que no llega más allá del deseo de ver derrotado al General, considerando esto como el fin perseguido y no como el medio para llevar, en una forma progresiva, a una de las principales naciones sudamericanas al alcance de la democracia, acariciada en otras épocas y muy lejana en la actualidad.
Otros han experimentado un gran pesar por la derrota de Pinochet, motivado esto, igualmente, por posiciones extremistas, disimulando, incluso, la flagrante violación de los derechos humanos, dentro de una cacería histérica de comunistas y en pro de la defensa de una malentendida democracia. lo más interesante es el hecho de que, tanto unos y otros, descubren hasta la más ínfima paja en el ojo de sus adversarios maximizándola en proporciones risibles pero sin la decencia y la honradez de reconocer sus propios errores.
Cuando se defienden la democracia y la paz, se debe hacer de manera objetiva, sin pasiones, pues se distorsionan los hechos y se cae en la trampa de los extremos, machacándose, entonces, aquellos que se intentan defender.
Las tiranías personalistas y las dictaduras de partido son igualmente perjudiciales en la izquierda y en la derecha, en Chile y en Nicaragua, en Cuba y en Paraguay. No interesa aquí el grado de desarrollo económico que un país alcance en cualquiera de estos régimenes; el aspecto financiero del Estado responde a otras causas, que nada tienen que ver con el verdadero desarrollo individual y social del ser humano, con su realización total como miembro de una comunidad, ejerciendo los derechos mínimos que debe garantizarle ese Estado.
Hoy debemos regocijarnos con la victoria del pueblo chileno más que por la derrota del General Pinochet, porque con el triunfo del NO ha triunfado la democracia y esperamos, por el bien de América Latina, que también triunfe la paz.
Las opiniones contenidas, en los artículos publicados en esta página, son las personales de quienes las firman y no coinciden, necesariamente, con las del periódico.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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