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La República Jueves de Setiembre de 1993 10 Gentes y Paisajes Austregildo en el Arenal CBUUN BUUN عمل 08 DAZ y naide Mi muy querido Esposorio: Viera qui otra vez las vide cerquitica de la muerte cuando andaba muy contento pasiando con Mayelita.
Podía no de estar chiquión con esa chiquilla linda que me ha devuelto la vida después de estar casi listo porque, oh cosas las que me pasan, Ya no esperaba encontrar alguien que a yo me llenara como llenan las crecidas aquel río que usté y yo andábamos de chiquillos potranquiando como locos, el Candelaria que baja aventao desde los montes de La Lucha y Los Empalmes. Cosa más linda e mocosa!
Hasta que se me hace una cosa parecida a un cosquillero cuando le veo esta boquita con esa sonrisa ella qu es como amaneceres bañaditos en rocío. Ni le cuento cómo ando de escochiflao por dentro!
Pero a lo que iba; sigo con el cuento del paseo.
No ve que congimos juntos qu es lo mejor que inventaron pa pasiar chirotes dos que de veras se sienten enganchaditicos ambos. por el lao del Arenal, el volcanillo carajo que se puso encuetaditico cuando según dicen muchos amaneció más cabriao qu el Padre cuando le tira a la cuestión del pecao. Oh montonones de lava echaba ese condenillo!
Pues nos juimos aonde llaman la Fortuna, y con razón, porque ese pueblo de milagro se salvó de la erución.
Me contaron que aquella vez naide se quedó, ni a putas, porque la Pelona andaba estorrentada allí cerca. Solo un chivo que tenía más olores que un camión de jalar verduras viejas!
Hoy la Fortuna se gasta manífica luz eléctrica que don Elice le puso y además el momimiento es grande y se nota al tiro que la platilla no falta.
Pa no cansolo mi amigo dormimos en La Fortuna y Mayelita cantó y hasta recitó puesías porque hubo velada y la gente qués que quería escuchala junto aunos que cantaban del Barrio de San Martín allá por el Lao de la Villa, Ciudad Quesada que hoy llaman.
Estaba también Emeterio y la función resultó chirota y hubo aemás redada de muchachillos qu es que dicen queman y que pa que la peste se acabe don Eloy Jota llegó a entabicarlos a todos.
que asina ¡Qué alboroto hubo esa noche y oh susto que se llevaron!
Pues apenas amaneció nos encaramomos al carro el que usté mismo conocey que está mas len de viajes y choconazos que una vasenica vieja. y nos juimos aventados buscando el lado el volcán comoquien va pa a Presa dionde sacan el agüerío pa convertila en corriente que a todos nos beneficia.
Muchacho, el camino estaba malo pero juimos avanzando y por fin nos encontramos rumbo a la lava, que es como montañas que bajan desde el volcán, muy calientes, y luego se van enfriando hasta convertirse en piedras.
Le zampamos bien la pata al acelebrador y cogimos para arriba, como quien quiere trepar hasta lo más que se pueda cerquitica de la lava. va de subir ligerito como almas en apuro cuando, oh sustos por los gran diablos, se va pegando el matrero del carro, y claro los dos Mayelita y quien le escribe que hasta que se nos frunció pues en aquel mismo instante el volcán que estaba quieto esperto, seguro bravo por el ruido del motor y se rajó como un toro un bramido de los grandes.
Ay, dijo Mayelita, este echa no regresamos al Tablazo de mis amores.
Aquí voa quedar para siempre arreglada con la erución.
No, mi vida le espliqué, cuando el volcán está así no hay problema de tapón y si acaso echa algo ajuera es la lava sin peligro que nos la reviente encima. Pero ah de crer que gran tuerce?
Él carrillo patinaba en el arenero suelto y va de hacele la juerza que arriba, que abajo, que con ramillas de monte. que con todas las mañas que hemos aprendido juntos, qeu uespegaba.
Ah de crer que gran matrero. Ilos a peganos juntos la primera vez que venimos a este volcán endiablao?
No cre que algo tiene que ver con el asunto e losotros. me preguntó Mayelita.
Mismamente lo creo yo, amorcito consentío; es que seguro el volcán quiere asegurar la unión de losotros dos, mi vida; y al vernos pegados juntos ronca todo contento como diciendo como los dos nos juntamos en sus faldas temblorosas debemos seguir luchando y en las buenas y en las malas pegaditicos los dos vamos ir por los caminos de esta vida tan chirota luchando cuando hay arena, venciendo cuando haiga barro y disfrutando de lo lindo hasta que Tatica Dios lo quiera. Eh, de veras que asin es; entonces que vengan truenos de ese fregao Arenal porque nos quiere alegrar y no asustanos. y salimos de aquel gran atolladero felices y con la idea de seguir siendo uno solo en las buenas y en las otras.
Yo le digo, Esposorio, que cada día de esta vida es una lección de primera cuando se sabe vivir.
Otrodía le cuento el resto este viaje alArenal.
Saludeme a la familia y usté reciba un abrazo de su amigo de hoy y de antes.
que la ñor Austregildo Barrantes. Targuá, del ocho del ochenta y uno.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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