Domingo 10 de Octubre de 1993. La República 25A Réplicas Privatización y cooperativas: una solución costarricense n Costa Rica existe una valiosa experiencia que, por la callada labor de sus responsables, es poco conocida. Se trata del desempeño exitoso de las Cooperativas de Electrificación Rural de Alfaro Ruiz, Guanacaste, Los Santos y San Carlos; quienes con la afiliación y aporte de decenas de miles de asociados han logrado la electrificación y desarrollo de amplias zonas de nuestro sector rural. Estas empresas de servicio público han logrado un prestigio que ya ha trascendido nuestras fronteras.
Ello se ha debido a varios factores que conviene destacar: Independencia política Participación comunal Autonomía y seriedad administrativa Autonomía y capacidad técnica Autosuficiencia tarifaria y financiera Organización privada con fines sociales Aunque todavía quedan algunas zonas aisladas por electrificar, principalmente en la zona norte y en la provincia de Guanacaste (esencialmente en los proyectos turísticos. conociendo la capacidad y agresividad de los dirigentes de estas cooperativas eléctricas estamos seguros que no se darán por satisfechos con los logros del pasado. Desde hace varios años constituyeron el consorcio de cooperativas: CONELECTRICAS, para el desarrollo del Proyecto Hidroeléctrico San Lorenzo y para otros fines de conveniencia mutua.
Pero dado el amplio potencial técnico, administrativo y infraestructura de las empresas cooperativas citadas (ejemplo a imitar en cada una de las zonas geográficas a que sirven) se les abre una perspectiva interesante y que traerá consigo grandes beneficios a sus respectivas comunidades. Ella consiste en la incursión en otros servicios públicos, inclusive más sencillos que el suministro eléctrico que actualmente realizan con todo éxito. Para estas cooperativas no sería ajeno ni complicado hacerse cargo del suministro de agua potable y alcantarillado, servicio de transporte público, recolección y disposición de basuras, servicios de radio, televisión y comunicaciones, y un sinnúmero de actividades que por falta de capacidad o recursos, son imposibles de ejecutar a los entes públicos nacionales o locales.
Creemos que la creación y desarrollo de Empresas Públicas Cooperativas Multiservicios (similares a las admiradas empresas públicas municipales de Medellín y Cali en Colombia. sería una respuesta con éxito garantizado, y a la tica, a las incontenibles corrientes de privatización que tienen lugar desde México hasta Argentina en Latinoamérica y en todo el mundo. Cada vez es mayor la necesidad de invertir y operar actividades esenciales, pero poco rentables, como recolección y disposición de basura, suministro de acueductos y aly cantarillado y en otras igualmente importantes, que garanticen el nivel de vida adecuado que merecen y exigen nuestras comunidades rurales. Estas empresas privadas cooperativas constituirían un excelente medio para brindar obras y servicios públicos a las comunidades, sin la intervención estatal y con tarifas y precios con un alto contenido social.
LEONEL FONSECA DIRECTOR EJECUTIVO 29 Países como El Salvador, Honduras, Nicaragua y Guatemala se han beneficiado de esta experiencia, inclusive uno de los líderes de este movimiento en Costa Rica ha brindado asesorías en Africa al respecto.
La basura es cosa de todos GASTON KOGAN deprimente lo que hoy estamos viendo y padeciendo en las principales arterias del casco central de San José y áreas circunvecinas: veny tas callejeras desbordadas sobre aceras y calles, atracos a granel, alcoholismo, congestión vehicular a toda hora, contaminación ambiental galopante, ausencia de autoridades, inseguridad y tantas otras lacras. Ante esto, tenemos que llegar a la conclusión de que no podemos ofrecer a la vista de propios y extraños un espectáculo grato en una ciudad que cotidianamente crece y con ello expande sus problemas. todo esto tenemos que sumar, mal que nos pese, los increibles montones de basura que no son precisamente un atractivo turístico dig.
no de añadirse a las campañas publicitarias del Numerosos editoriales periodísticos y manifestaciones de ciudadanos señalan que la solución al problema del traslado del relleno sanitario de Río Azul (que se avizora conflictivo dado que los esparzanos se aprestan a combatir el proyecto que se los endosa) podría estar en que cada municipalidad se encargue no solo de la recolección de la basura, sino también de su procesamiento por medio de un relleno en su propia localidad, contratando, si es preciso, los servicios de empresas particulares. Otra idea que considero ilógica es que, si efectivamente se instala el relleno sanitario en Esparza, se ponga en funcionamiento un ferrocarril exclusivamente para el traslado de la basura de la Gran Area Metropolitana (GAM) a aquella comunidad, pues los costos serían extremadamente elevados y la operación dificultosa e insegura.
Pienso que cada municipalidad, o grupos unidos de municipalidades, deben asumir su verdadera función de Gobiernos locales y, salte quien salte, hacerse responsable de la instalación y manejo de su propio relleno sanitario, financiado con su presupuesto y ubicado en el sitio que la municipalidad seleccione de acuerdo con las normas establecidas, para no afectar ni el costo de los terrenos aledaños ni la salud de los habitantes. Como se hace en otros países, y previa una campaña de educación para que la gente aprenda a separar la basura orgánica de la no biodegradable, cada relleno sanitario sería toda una planta de procesamiento de la basura para convertirla, mediante los procedimientos adecuados, en uno de los más apreciados abonos orgánicos (compost. para beneficio de la agricultura local y como fuente adicional de ingresos para la municipalidad. Tratada en esta forma, la basura no constituye un vehículo de contaminación ni de enfermedades. Pero ¿cómo meter todo esto en la cabeza de los municipes y de los habitantes de cada comunidad. Cómo hacerles entender que de su propia basura pueden obtener beneficios, si actúan inteligentemente? Si las municipalidades tomaran las decisiones acertadas en este sentido, posiblemente podrían obtener los recursos necesarios para proyectarse eficientemente en campos como los arreglos de calles y tantos otros servicios a sus comunidades.
No se está sugiriendo nada imposible.
Lo imposible radica en que el Gobierno Central no puede hacerlo todo, pero sí fijar pautas a seguir y ofrecer su ayuda en la solución de este problema que, aunque pestilente por el mal manejo que se hace de los deshechos, debe resolverse con premura y eficiencia para bien de la colectividad. Ni qué decir de la basura proveniente de hospitales y clínicas, que por ser de especial peligrosidad como potencial transmisora de enfermedades, obliga a un tratamiento especial y seguro en bien de la salud pública. El comercio, sobre todo aquel dedicado a la venta de productos perecederos, es uno de los mayores generadores de basura. Por ello la Cámara de Comercio, la de Comerciantes Detallistas, las Asociaciones de Comerciantes de los mercados, etc. y el Instituto Costarricense de Turismo deberían aunar e incrementar esfuerzos en la búsqueda de soluciones rápidas, inteligentes y efectivas a este problema.
La basura, señores, es cosa de todos.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.