Suplemento Banco Nacional de Costa Rica. LA REPUBLICA. Juoves de abril de 1987 carambola más bonita: de repente el hombre me dijo que me los fiaba; y al día siguiente, a las de la mañana ya estaban los catorce cerdos en El Muelle, allí cerca de donde vivieron muchos años Los Canarios. Aquí vengo a ver si me gano algo. Me han dicho que usted tiene sobre el Peñas Blancas 14 cerdos. Se los compro. El hombre miró al recién llegado y le contesto de un tajo: Sí, sí, pero yo no fio.
Primer desánimo; pero no aflojo don Adrián. La cosa está jodida, porque solo traigo 12 pesos en la bolsa. Pero vamos a ver qué se hace.
De repente el dueño de los chanchos le dijo: Hombré, usted juega futbol muy bien; lo vi en Alajuela contra Orotina. Estuvo muy bonito el partido. Ah caray; se dijo para sus adentros don Adrián, quien era un mozalbete, la Iglesia antigua de Villa Quesada (hoy Ciudad. en una amarillenta y descolorida foto de hace más de 50 años.
Don Adrián arreó los cerdos pacientemente hasta llegar a la casa de Rafael Arroyo, cuyos hijos Vladimir Vitelio se entusiasmaron con los animales. Véndame los. dijo don Rafael. Si, le contesté, pero yo no fio. No fue cuento: hicimos el trato y me gané en la operación 210 pesos. De una vez me fui en carrera para la tienda Sauma a comprar la cobija y el sombrero. me quedó mi buena ganancia. Una buena carambola, sin duda, fue esta de don Adrián Rojas, y le salió porque hizo bueno el dicho de que al que sale algo se le pega. aunque sea un tropezón. Pero a él, en los lejanos años cuando el crédito rural estaba en embrión, se le pegó una buena ganancia y además la experiencia que años después pondría al servicio del Banco Nacional tanto en el sector rural como en la Junta Directiva Nacional.
La linda carambola de los cerdos STABA de peón y le ayudaba al tío. Pero el tío era de cáscara amarga, además muy agarrado; no daba sal para un huevo. Viste que se te rompió la cobija? Está solo huecos. Tenés que comprar otra. Don Adrián Rojas tenía otra debilidad: le gustaban los sombreros bonitos, pero tampoco podía comprarse uno, pues si no tenía plata para la cobija, menos para el sombrero. Entonces tomo una decisión: irse hasta Arenal, a probar suerte.
cosa no va tan mal. Idiay, vamos para que vea los chanchos. Se fueron y en efecto, había 14 hermosos animales, cuyo precio era de 95 cada uno. Vean qué tone BANCO NACIONAL Edificio que alberga actualmente la Sucursal del Banco Nacional en Ciudad Quesada.
Quizás esta foto corresponde a la primera exposición agrícola ganadera de la antigua Villa Quesada, cabecera de San Carlos. Años cuarentas, más o menos.
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