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4 Revista Dominical. LA REPUBLICA. Domingo de marzo de 1988 Este es mi PROBLEMA Dra. Emily Powers Estimada doctora: Mi esposa me traicionó; nos traicionó (incluyo a mis hijos porque ellos son parte del hogar. La madre les narró otra versión, dada la edad que los niños tenían; pero ahora ellos son mayores, y yo no he querido explicarles cómo fue el caso, para que no la odien. Mi conciencia está tranquila, nunca los abandoné por irresponsabilidad o por otra mujer. Sin embargo, sigo siendo el malo de la película. Lo que sí me conforma es que Dios conoce mi corazón y algún día, no muy lejano, Dios hablará por mí.
Hombre víctima del adulterio Estimado señor: No me expone la edad que tienen sus hijos, y eso dificulta el poder darle un consejo acertable. En todo caso, teniendo usted la conciencia tranquila, habiendo cumplido a cabalidad con su deberes paternales y con la correcta formación espiritual de los niños, puede estar tranquilo. No importa cuánto les digan ahora, cuando alcancen la madurez valorarán correctamente sus esfuerzos.
Emily Powers Juan Pablo II Doctora Emily: Hace meses terminé con el que había sido mi primer novio porque, por un tonto impulso, le fui infiel. No me atrevi a contesárselo, y él se enteró por terceras personas; mas, en lugar de reclamarme tal conducta, se contentó con serme infiel.
Cuando me enteré terminamos, pero ahora me doy cuenta de que quiero recuperarlo, pues me hace mucha falta, y las amigas de él me cuentan que también siente lo mismo. Qué puedo hacer para que vuelva?
Leona sin garras Estimada joven: Lo que debe hacer, en buena parte, depende de la trascendencia de la infidelidad que usted cometió. Por el momento, su actitud debe ser la de una persona responsable, que admite sin cobardía sus errores, y si es posible, los explica con claridad. Probablemente en algún momento tenga oportunidad de hablar con ese muchacho. Le aconsejo que aproveche entonces la ocasión para, con sinceridad, ofrecerle la explicación de su conducta.
Emily Powers Estimada doctora: Mi hijo, de seis años, pasa la mayor parte de la tarde sentado ante el televisor, viendo cualquier programa. Me preocupa que no juegue con amiguitos, ni que le interese aprender como a otros niños que a su edad ya saben escribir y leer. He intentado prohibirle esa costumbre pero lo que he obtenido es un berrinche y una demostración de malacrianza insoportables. Algunas personas me dicen que debo convencerlo de que eso le hace daño, ya que a menudo presenta problemas en la vista, como ojos enrojecidos y parpadeos continuos, pero tampoco por este método he logrado resultados positivos. Qué me aconseja?
Madre preocupada La Iglesia es de todos los hombres Iglesia del misterio de la encarnación. No es la Iglesia de una clase o de una sola casta. habla en nombre de la propia verdad. Esa verdad es realista.
Tengamos en cuenta cada realidad humana, cada injusticia, cada tensión, cada lucha. La Iglesia de los pobres no quiere servir lo que causa las tensiones y hace estallar la lucha entre los hombres. La única lucha, la única batalla a la que la Iglesia quiere servir es la noble lucha por la verdad y por la justicia y la batalla por el verdadero bien, la batalla en la cual la Iglesia es solidaria con cada hombre. En ese camino, la Iglesia lucha con la espada de la palabra. no ahorrando las voces de aliento, pero tampoco las amonestaciones, a veces muy severas. Muchas veces, incluso amenazando y demostrando las consecuencias de la falsedad y del mal. En esta lucha evangélica, la Iglesia de los pobres no quiere servir a fines inmediatos políticos, a las luchas por el poder y, al mismo tiempo, procura con gran diligencia que sus palabras y acciones no sean usadas para tal fin, no sean instrumentalizadas.
La Iglesia de los pobres habla, pues, al hombre. a cada hombre, y a todos. Al mismo tiempo, habla a las sociedades, a las sociedades en su conjunto y a las diversas capas sociales, a los grupos y profesiones diversas. Habla igualmente a los sistemas y a las estructuras sociales, socioeconómicas y sociopolíticas. Habla el lenguaje del Evangelio, explicándolo a la luz del progreso de la ciencia humana, pero sin intruducir elementos extraños, heterodoxos, contrarios a su espíritu. Habla a todos en nombre de Cristo y habla también en nombre el hombre.
La Iglesia de los pobres habla, por tanto, así: Haced todo, especialmente vosotros los que tenéis poder de decisión, de quienes depende la situación del mundo, haced todo lo posible para que la vida de cada hombre, en vuestra tierra, se haga más humana, más digna del hombre.
Haced todo a fin de que desaparezca, al menos gradualmente, ese abismo que separa a los excesivamente ricos. poco numerosos, de las grandes multitudes de pobres, de los que viven en la miseria, Haced todo para que este abismo no aumente, sino que disminuya, para que se tienda a la igualdad social. fin de que la distribución injusta de los bienes ceda su puesto a una distribución más justa.
Hacedlo por consideración a cada hombre, que es vuestro prójimo y vuestro conciudadano.
Hacedlo por consideración al bien común de todos. hacedlo por consideración a vosotros mismos. Sólo tiene razón de ser la sociedad socialmente justa, que se esfuerza por ser cada vez más justa. Solamente tal sociedad tiene ante sí el futuro.
La sociedad que no es socialmente justa y no desea hacerse tal, pone en peligro su futuro. Pensad, pues, en el pasado y mirad hacia el día de hoy y proyectad el futuro mejor de vuestra sociedad entera!
Todo esto se incluye en lo que Cristo dijo en el sermón de la montaña. En el contenido de esta única frase. Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Estimada señora: Lo que debe hacer es interesar a su hijo en la realización de proyectos más creativos e interesantes para él que la simple costumbre de mirar fábulas. Dedíquele tiempo: léale cuentos, acompáñelo mientras dibuja, pinta o recorta, y llévelo al patio de la casa o a una plaza cercana a que juegue al aire libre; así logrará que él se vaya olvidando del televisor.
Sé que esta actitud la obligará a usted, por un tiempo, a posponer sus acostumbradas ocupaciones de la tarde, pero créame, vale la pena. Y, ante este o cualquier otro problema de disciplina nunca acuda a las prohibiciones (que generalmente crean rebeldías. utilice un método más convincente para logar el objetivo deseable.
Emily Powers La Iglesia de los pobres habla en primer lugar y por encima de todo al hombre. cada hombre y, por lo tanto, a todos los hombres. Es la Iglesia universal SI USTED TIENE ALGUN PROBLEMA ESCRIBA LA DOCTORA EMILY PO.
WERS, APARTADO 21301000 SAN JOSE. EN ESTA SECCCION APARECERA SU RESPUESTA.
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