Guardar

LA REPUBLICA. Domingo 26 de febrero de 1989 13 PERSPECTIVAS Pablo Racion DESARROLLO DE LA EDUCACION Desarrollo social y político Marvin Herrera Licenciado en Educación, UCR; ex Viceministro de Educación; ex Diputado 82 86 Educación y Democracia Junto al ideal social de libertad, existe, en la democracia, el de igualdad. Ambos principios distinguen el ideal democrático de otros ideales políticos. C ado ao teada Na justicia, concebida como el dar a cada quien lo que le pertenece, son concepciones sustantivas del pensamiento democrático, que fortalecen la hermandad que debe caracterizar al género humano.
Porque a la palabra democracia se le atribuyen connotaciones vinculadas a ideales sociales, que los comunistas utilizan para hablar de de mocracias populares hay quienes sostienen que la democracia significa un conjunto de instituciones politicas, una forma de gobierno, a pesar de que casi desde su origen se ha entendido la palabra democracia como asociada tanto a ideales sociales, como a una forma de gobierno cuya práctica debe ser entendida como el compromiso y el respeto al criterio de la mayoria, el cual debe sustentar la promoción de los intereses de todos (para el pueblo. aunque no sea el producto de una decisión unánime (por el pueblo)
El hombre de hoy lucha por cambiar su papel de espectador por el de agente. ya no se conforma con soportar pasivamente lo que sucede en su entomo, porque quiere tomar en sus manos la construcción de su propia historia. Quiere ser protagonista y arquitecto de su propio destino, antes que ser objeto pasivo de los grupos de dirigentes y de sus tácticas proteccionistas y asistenciales; quiere participar consciente y responsablemente en el desarrollo de su auténtica vocación personal y en el desatrollo y perfectibilidad de la sociedad en que está inserto. en el cumplimiento de este trascendente papel, la educción para la participación tiene mucho que aportar. Como una derivación de todo esto podriamos agregar a aquella definición clásica de democracia: el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. la idea de con el pueblo esto identifica la concepción de democracia participativa.
Dentro del contexto de este planteamiento, deberiamos preguntarnos cuál es la función de la educación respecto a la democracia participativa. Para ello, importante, en primer lugar, definir claramente los objetivos de la educación, de modo que su conjunto exprese una concepcion que sea fundamento real para la existencia de una democracia participativa. De no hacerse asl, podriamos repetir el esquema tradicional, según el cual la educación se circunscribe a la simple instrucción, a su limitado caracter informativo o a la transmisión del patrimonio cultural existente, con su herencia, ideas y su escala de valores, a efectos de que se actúe conforme a ellos.
ONTINUAMOS hoy nuestro análisis iniciado el martes 21 del presente mes bajo el titulo Educación y formación de la persona. Latinoamérica se enfrenta al desafio de encontrar nuevas formulas o modelos democráticos que respondan mejor a la satisfacción de las legítimas aspiraciones de los pueblos y a la solución de los problemas que los agobian cobdianamente. La idea, entonces, no es destruir o sustituir la democracia, maxime si la esperanza de la humanidad está cifrada en el compromiso fundamental que en ella asume el hombre con los derechos humanos.
Conforme a la concepción occidental, un gobierno democrático tiene que asegurar a los ciudadadanos un máximo de libertad, como testimonio del respeto que merece la dignidad humana. Un máximo de libertad que la convierte, antes que en un sistema de gobierno, en una forma de vida, en una razón de vivir. La libertad, en este contexto, queda limitada por las leyes y otras disposiciones que organizan racionalmente su práctica diara, de esta manera, quedan reguladas las relaciones de los hombres entre sl, de los poderes públicos entre sí y de los hombres con estos poderes, para evitar que los cudadanos abusen de la libertad y que los gobernantes también abusen de ella al ejercer la autoridad delegada Hay que destacar la aceptación que los democratas hacen de las normas legales, sea porque son autoimpuestas, sea porque media la voluntad o el consentimiento de aceptarlas, aunque provengan de otros (capacidad de decidir su propio destino. Para efectos de formación politica, de la educación para la participación, es necesario recordar que otras sociedades humanas (la familia, las instituciones educativas, las cámaras, las iglesias, los colegios profesionales y otras) pueden llegar a regular más aun la libertad de sus miembros.
Junto al ideal social de libertad, existe, en la democracia, el de igualdad. Ambos principios distinguen el ideal democrático de otros ideales pollDicos. La fraternidad, entendida como responsabilidad para con otros, y la La educación debe concebirse como uno de los elementos de cambio, en el caso de que se considere deseable la existencia de una democracia participativa, lo cual implicarla modificación de estructura y del contexto dentro del cual se vive, este enforque nos impide predeterminar al educando, ya que de hacerlo restariamos su posibilidad de contribuir a crear una nueva situación, de generar el cambio que la beneficie y le per mita realizarse como persona. La no predeterminación del educando parece convertirse en una corriente moderna, en virtud de la rapidez del ritmo de avance de la ciencia y la tecnologia, entre otras. Qué sentido tiene enseñar algo que cuando se va a utilizar está desactualizado? Sin duda alguna, la predeterminación seria un obstáculo al desarrollo de la sociedad, por el conformismo y el lento proceso de crecimiento del ser humano. Por consiguiente, uno de los objetivos primordiales de la educación con directas consecuencias para el desarrollo debe ser despertar el amor por el saber, por el descubrimiento y por el deseo de aprender a aprender, con lo cual el hombre va adquiriendo los instrumentos básicos para ingresar en el amplio y sorprendente mundo de la educación permanente, apoyado en el proceso de autoaprendizaje. El amor por saber y el dominio de los medios para el autoaprendizaje deben ser complementados con el desarrollo de la creatividad y con la formación y clarificación de valores que le permitan tomar conciencia de su papel en la sociedad, de su función como sujeto y agente activo del proceso histórico, as como de su derecho y deber de participar. Participación de acuerdo con criterios sobre si mismos, sobre la naturaleza, la historia, su inserción en el proceso social y su responsabilidad tanto con las generaciones presentes como las futuras.
Según Pérez Olivares, Debemos tener presente que en el mundo contemporáneo rige una tendencia a no desarrollar la disposición a participar. La no participación no es sólo consecuencia de estructuras deficientes en el sentido de no permitir una participación eficaz, sino que hay también otro problema: la tendencia derivada de la manera de ser de la cultura contemporánea a inhibirse de las dificultades y del peso que significa la participación. Todo el esquema de la sociedad de consumo va dirigido a la no participación. El individuo se beneficia de algo que alguien hace y puede quedarse tranquilo, sin problematizarse. porque indubitablemente) la participación implica problematizarse.
ano, por dad, Opleoara para er al tan dicasiado están DESARROLLO GLOBAL DE LA SOCIEDAD Latinoamérica bedia do a pais, isma Arturo Uslar Pietri Doctor en Ciencias Sociales; analista de temas latinos nericanos La América Latina en el umbral del siglo XXI careenes spaes de os de Mientras no tomemos la decisión de reconciliarnos con nuestro pasado, del que son consecuencias directas nuestras fallas y ventajas, no podremos ni definirnos, ni resolver nuestro viejo y atomentador conflicto de identidad que nos paraliza. damental es que la América Latina de hoy es el resultado necesario e irrevocable de todo lo que alli pasó Lo que ocurrió durante el siglo de fundación y posteriormente constituye un caso único en la historia del mundo contemporáneo, que no tiene otro antecedente comparable sino en la creación de occidente durante los largos siglos que van desde la expansión del Imperio Romano hasta la completa cristianización de Europa. Las temibles luchas y los crueles episodios que marcan esa trayectoria se han perdido ya en la leyenda y el mito. La imposición de la ley romana, el sometimiento de pueblos distintos a un patrón común de conducta y civilización, las invasiones bárbaras y el sometimiento violento del mundo pagano a una nueva religión extraña, son los únicos antecedentes de lo que ocurrió en América Latina, con la muy importante diferencia de que lo que en Europa tomo alrededor de un milenio, en la América Latina se hizo en no más de tres siglos y, en lo fundamental, en menos de uno. En ese corto tiempo, las poblaciones indígenas fueron sometidas a una ley, a una nueva religión, a una nueva lengua, a un nuevo juego de valores, que logró crear una nueva y completa homogenización cultural. Españoles, indios y negros a todo lo largo y ancho de la masa continental pasaron violentamente a integrar un nuevo hecho cultural, se hicieron cristianos y hermanos espirituales de los conquistadores, hablaron español y portugués y, Squirie ron las bases de una espiritualidad y una concepción del ser humano que tuvo inmensas consecuencias en las luchas por la independencia y en la organización posterior de los estados. Somos todos los herederos de la lucha de Cortés y Cuauhtemoc, de Pizarro y Atahualpa, de la imposición violenta y brutal del cristianismo por misioneros y conquistadores. De ese cataclismico hecho surgió, con todos sus detectos y peculiaridades, una integración cultural continental que es, a la vez, la base de nuestra identidad y la causa de nuestro desasosiego ante la historia y ante la propia identidad.
Mientras no tomemos la decisión de reconciliarnos con nuestro pasado, del que somos la consecuencia directa en nuestras fallas y en nuestras ventajas, no podremos ni definimos, ni menos resolver el viejo conflicto de identidad que nos ha atormentado y paralizado por siglos, ni muchos menos reconocernos en nuestro verdadero ser para enfrentar el futuro tan exigenACE poco en Caracas, con ocasión de la transmisión del mando presidencial, se celebraron unas jomadas de reflexión sobre el amplio tema de la América Latina en el umbral del siglo XXI.
Politicos, economistas, historiadores, sociólogos y escritores se reunieron para discutir sobre la democracia y el desafio de la goberabilidad, la deuda externa y el porvenir de la América Latina y, como introducción y planteamiento básico el hombre latinoamericano 500 años espués Fue estimulante y esclarecedor el debate y, más que debate, la amplia y reveladora coincidencia de los conceptos. Para mi, particularmente, me sirvió para confirmar la convicción que vengo sosteniendo desde hace mucho tiempo de que la primera necesidad para enfrentar el futuro del continente es revisar a fondo sin prejuicios y las posiciones ideológicas que han oscurecido la comprensión de nuestros orígenes y de tomar conciencia de que sin una reconciliación previa con nosotros mismos y una asimilación desprejuiciada del pasado no podremos cumplir las grandes tareas de integración que nos exige el futuro inmediato.
Es como si no lográramos aceptar y asimilar nuestra historia. Es todavia anacronicamente, tema de debate vivo la disputa que ocupó a los juristas y teólogos de Carlos sobre justos titulos de la conquista Sean cuales fueren los errores y los crimenes que se cometieron en ese inmenso y complejo proceso, el hecho cierto y funte que está ante nosotros.
Estas fechas cabalísticas que van a cumplirse en serie en muy corto plazo, el bicentenario de la revolución francesa, el quinto centenario del descubrimiento, el comienzo del siglo XXI y el inicio del tercer milenio de la era cristiana, no los podremos enfrentar, en sus posibilidades y desafios, si previamente no hemos logrado asimilar nuestro pasado y reconciliarnos con nuestro propio ser, tan negado y oscurecido por tantos prejuicios y apreciaciones contradictorias. Somos el producto y los herederos de un inmenso proceso de mestizaje cultural, el más grande y completo que ha presenciado la humanidad desde la alta edad media. Como lo dijo Bolívar, no somos españoles, no somos indios sino una especie de pequeño género humano. Ese reconocimiento debe llevarnos a aceptamos a nosotros mismos en nuestra verdadera condición, que es la de formación y existencia de una sociedad sui generis. muy rica en su variedad y muy integrada en sus valores y en su cultura mestiza, que es la que nos da una presencia peculiar y llena de posibilidades ante el mundo de hoy Europa misma, que realiza inmensos estuerzos por unirse, es un dificil mosaico de lenguas, tradiciones, odios de religión y barreras de historia. Nada de eso existe en los 500 millones de habitantes de América Latina, que constituye la más grande suma de humanidad con unidad cultural verdadera.
Seria criminal que viejos prejuicios y puntos de vista estrechos nos impidieran reconocer en toda su significación ese gran hecho auspicioso y promisor, que nos abre el camino para la integración Somos los herederos de los conquistadores y de los conquistados, de una manera indisoluble, somos los descendientes de los esclavizados y de los esclavizadores, confundidos en nuestro ser cultural, somos el producto de un inmenso proceso de mestizaje cultural que se inició hace medio milenio y que continúa con un inmenso poder de creación del que ha salido nuestra historia y nuestra expresión literaria y artística Es eso y no la transitoria novedad de un azar de descubrimiento lo que vamos a conmemorar dentro de muy poco tiempo. Lo que se inició el 12 de octubre de 1492 fue un inmenso hecho humano al que no le cabe otro nombre que el que originalmente le dieron sus primeros testigos: la creación del nuevo mundo. Ete. Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

    CommunismDemocracyInvasion
    Notas

    Este documento no posee notas.