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LA REPUBLICA. Lunes 29 de enero de 1990 13 PERSPECTIVAS DESARROLLO POLITICO Cultura política DESARROLLO ECONOMICO Perspectivas Helio Fallas Licenciado UCR y «Máster en Economia Univ. de Los Andes, Colombia.
Johnny Meoño Segura Doctor en Administ. Pública de The London School of Economics and Political Science, Inglat. especialista en Planificación y Adm. Pública y General; profesor UCR.
La economía en 1989 y perspectivas para 1990 Elecciones, divino tesoro ¿Qué tan confiables son las cifras que se manejan sobre el progreso económico del país? Veamos lo que a nuestro juicio es un panorama menos optimista.
Los indicadores de la evolución de la economía en 1989 resultan contradictorios. Por un lado, se estima que la producción aumentará alrededor de un anual como resultado en gran parte del incremento de la demanda externa expresada en las exportaciones, la continuidad en la ayuda externa sin precedentes que recibe el país desde 1982 y el pago parcial del servicio de la deuda externa.
La magnitud relativa de esta ayuda, necesaria para la estabilidad y el crecimiento del país, hace difícil comparar la situación de Costa Rica con los otros países de América Latina que no la disfrutan. Por ello se ha afirmado que «Costa Rica ha realizado un ajuste económico ortodoxo con la ayuda externa heterodoxa Asimismo, la inflación se ha reducido en relación con el año precedente gracias a un conjunto de políticas restrictivas que impiden el aumento de algunos precios de bienes y servicios básicos y al descenso de precios en algunos productos agrícolas, Por otra parte, no deja de preocupar el déficit cuantioso en la balanza comercial que es el más elevado en los últimos años, como resultado de un mayor crecimiento de las importaciones respecto a las exportaciones, Adicionalmente, cabe destacar que la reducida inflación obedece en buena parte a políticas que vienen reprimiendo el alza de ciertos bienes y servicios importantes, tales como tarifas de servicios públicos, con excepción de la electricidad, menor ritmo de devaluación subsidio al transporte remunerado de personas, no aumento en el precio de los combustibles, otras.
Los gastos del Gobierno Central son otra fuente de preocupación puesto que en el primer semestre de 1989 aumentaron en un 30 respecto al mismo periodo de 1988. Lo anterior aunado al menor crecimiento de los ingresos corrientes significó un aumento de un 100 en el déficit financiero del Gobierno Central en el primer semestre del presente año, que totalizó la suma de 10. 776, millones. Esto influyó para que las colocaciones fiscales (bonos) aumentaran en un 30 en el mismo período de análisis y se aumentara en forma muy significativa el nivel de la deuda interna. Esta situación es el reflejo de condiciones endebles en la situación fiscal, que se han visto agravadas por el costo de los incentivos al sector exportador, el aumento en el pago de las pensiones, el déficit de RECOPE, los juicios y conflictos laborales resultado de los bajos salarios en la administración pública y el subsidio a los transportistas de servicios públicos. El conjunto de estos factores a diciembre de 1989 significó no cumplir con ciertos compromisos adquiridos con el FMI, lo que implicará una renegociación de un nuevo convenio con ese organismo el presente año. Esto además, podría afectar la renegociación de la deuda externa.
En materia de política económica resalta la aprobación del PAE Il por la Asamblea Legislativa, la aceptación de Costa Rica por parte del GATT, quedando pendiente su aprobación por el Congreso y el acuerdo «en principio con la banca comercial para recomprar nuestra deuda en un 60 en los mercados secundarios.
Las políticas contenidas en el PAE II, que no fueron evaluadas en forma previa en sus efectos sobre la estructura productiva y social del país, y los compromisos que se adquirieron con la incorporación al GATT apuntan a una mayor apertura externa, que indudablemente tendrán consecuencias importantes para Costa Rica y que deberían ser cuidadosamente analizadas.
Nuestro país debe afrontar el reto de lograr una mayor eficiencia en la producción, pero al mismo tiempo prever las consecuencias económicas y sociales que el ajuste estructural suele causar, tal como ha sido la experiencia en otros países de América Latina.
En ese sentido, me pregunto, por ejemplo. hasta qué punto la estructura productiva privada y los servicios que debe brindar el Estado están preparados para afrontar la competencia internacional. Se están tomando las previsiones del caso para evitar múltiples quiebras de empresas ante la mayor competencia. Es razonable pensar que es poco lo que puede hacerse, o podemos iniciar o acelerar ciertos procesos para que las empresas agrícolas e industriales se reconviertan y puedan sacar provecho de la nueva situación que impone la situación económica internacional? La verdad es que las políticas necesarias para la reconversión van rezagadas respecto a la velocidad del ajuste.
Respecto de la recompra de la deuda externa, si bien se reconoce es esfuerzo que se ha hecho por renegociaria en términos bastante más favorables para el país, se debe estar claro que el servicio de la misma seguirá repercutiendo negativamente en el desarrollo del país y que su atención futura dependerá de la evolución de distintas variables que influyen en el sector externo de la economía, algunas de las cuales el país no tiene control.
En ese contexto, considero que las preocupaciones más importantes para la economía en 1990 girarán alrededor de crear condiciones más sólidas para la estabilidad interna y externa del país, en el marco de una recuperación paulatina del nivel de vida de los asalariados, y al mismo tiempo ir sentando las bases para una reconversión productiva, con una distribución más equitativa del ingreso, que nos dé esa estabilidad en el mediano y largo plazo.
En ese sentido, preocupaciones centrales deberán girar alrededor de controlar el déficit fiscal, que estimaciones preliminares lo ubican en más de 20. 000 millones, y disminuir el crecimiento de las importaciones, resultado de la mayor apertura externa y del componente importado de nuestra estructura productiva. La reconversión productiva deberá significar poner realmente en marcha una serie de medidas que logren aumentar el valor agregado, el contenido nacional de los insumos que se utilizan en la producción, creación de mayores fuentes de empleo y estimular inversiones en las áreas rurales y mejorar el medio ambiente.
Debemos buscar más participación en los asuntos de Gobierno, más allá del derecho de voto el día de las elecciones.
No nos queda duda del significado hermoso y privilegiado a pesar de algunos insultos que van y vienen que la gesta electoral representa para Costa Rica: poder expresar libremente nuestros criterios particulares, y ejercer el derecho de manifestar nuestra preferencia por el partido o partidos y sus hombres y mujeres, que deseamos llevar al Gobierno de la República, a través del voto, en un recinto privado, a solas con nuestras conciencias, sin que nadie ni nada nos pueda intimidar. Este es un mérito mayor en esta pacifica nación. Es un mérito que no se disfruta en toda otra nación, o que no se ha disfrutado desde hace tanto tiempo como en Costa Rica. Poder votar por quien cada uno quiera, y contribuir con ello a elegir al equipo humano que regirá nuestros destinos durante los siguientes cuatro años, es un maravilloso atributo del individuo.
Por eso es que sin perder de vista tal logro, creemos que es hora de que el país descubra con honestidad y determinación que tal corto proceso electoral no es suficiente para garantizarnos una existencia más solvente y equitativa, pues poco de ese furor participativo y coyuntural, mantienen los costarricenses después de las elecciones. sostenemos que si hay mucho qué decir y hacer para asegurarnos que el Gobierno cumpla con compromisos electorales y actúe con la máxima efectividad posible sin alejarse injustificadamente de los mejores intereses nacionales, durante los años siguientes. La motivación de tal participación debía ser asi, distinta en su naturaleza. Ya no es para elegir un nuevo Gobierno; es para asegurar un buen Gobierno en esto, Costa Rica tiene muchísimo que evolucionar. Los hombres y mujeres que lideran las estructuras gubernativas a nivel superior se equivocan con frecuencia; los funcionarios públicos que los asesoran, también. Es indispensable que la rica estructura de grupos intermedios no estatales que nuestra sociedad ha llegado a consolidar, sea fortalecida y enrumbada hacia nuevas formas de participación directa y responsable en lo que son procesos tradicionalmente en manos de gentes en el Gobierno, en términos de las decisiones y acciones que afectan directa e indirectamente nuestro bienestar individual y colectivo.
Aqui está un gran reto para el país, y para el nuevo Gobierno: dar un paso mayor para reestructurar las relaciones Estado Sociedad, diseñando y estableciendo los criterios y mecanismos que hagan de nuestra participación politica responsable, en la construcción de nuestro presente y futuro, una fiesta diaria cada mes del año y todos los años, y no sólo una fiesta electoral de tres meses; para algunos de un día: el de las elecciones. El perfeccionamiento de nuestra democracia no es cosa sencilla, pero es posible. Sin mayor involucramiento de todos en la gestión gubernativa en formas más directas y sistemáticas para complementar las competencias, criterios y energías de jerarcas y funcionarios de las instituciones públicas, no encontraremos las fórmulas mágicas que nos permitan un esfuerzo concertado y viable para alcanzar, en el mediano plazo, las condiciones de desarrollo pleno que otras naciones han alcanzado grandemente como producto de haber encontrado y establecido esas formas inteligentes de participación ciudadana sistemática, directa y diaria en los procesos de Gobierno.
Disfrutemos nuestro derecho de voto el próximo domingo. Pero hagamosio convencidos de que es mucho más lo que puede hacerse para lograr que no sea sólo un sublime día cada años, cuando podemos decidir colectivamente nuestros destinos.
DESARROLLO GLOBAL Estado José Luis Vega Carballo Catedrático de Sociologia Política, UCR.
Premio Nacional de Ensayo «Aquileo Echeverria»
Algo más sobre el Estado libre empresario on trepara KOTECA bio et Señalamos, en nuestros últimos dos artículos, el carácter universal de la tendencia hacia el aumento del volumen y las funciones de los sectores públicos en los países latinoamericanos y en general en los de economía capitalista, con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial, y que este fenómeno no desencadenó el autoritarismo ni un ataque frontal contra la democracia liberal ni contra la preponderancia en la economía de la empresa privada.
Insistimos que en Costa Rica predominó por igual un esquema de desarrollo capitalista que, en vez de excluir propendía más bien a incluir bajo su sombrilla, a muchos estratos sociales leales a la democracia constitucional y formal que sin interrupciones vivía el país desde 1950.
Fue así como aumento vertiginosamente la inversión pública, en comparación con la privada. Había, eso sí, una definición e intención políticas en todo esto: llevar adelante un proyecto de desarrollo con decisión y voluntad suficientes, en función del cual se pondrían a disposición los fondos del erario, si fuera necesario más allá de lo recomendado y aceptado por los liberales. Al poco tiempo, éstos manchesterianos tuvieron de todos modos que atragarse» la amarga píldora de ver a la administración pública transformada en una administración para el desarrollo y para el bienestar, y no en un simple gendarmes para sostener la ley y el orden. Las cifras al respecto son muy relevadoras de la tendencia, así como también nos permitirán examinar algunos cambios, sobre todo los vinculados con la transición del Estado libre empresario a la etapa del Estado empresario (a secas. En efecto, desde el año 1949 hasta 1970 la inversión pública como porcentaje del producto nacional bruto (PNB) apenas se movió en un raquítico 0, de 12, a un 13, mientras la pública saltó de un 2, a un 5, en ese mismo lapso, con lo cual se elevó su contribución a la formación bruta de capital de un 15 a un 27. casi duplicándose. Si integramos al cuadro los años 70, cuando se produce la transición del Estado libre empresario al Estado empresario, vemos que para 1978 contribuyó con un 7, del PNB a la formación de capital fijo, mientras el sector privado había ascendido levemente hasta un 16, (nótese que no bajó ni desapareció por ello el sector privado de la economía. Puede observarse asimismo que la mayor parte de la inversión estatal fue en el campo de la construcción, muy poco en maquinaria y equipo, y que la inversión privada se oriento mayormente hacia la industria alentada por el Mercomún Centroaméricano.
Si tomamos las cifras hasta 1974, podemos ver cómo la inversión pública se concentró hasta un 78 en construcción, electricidad, telecomunicaciones y transporte, seguido de lejos por un rubro que podríamos aproximar a algo denominado inversión social. educación, salud y vivienda) cuyo monto sólo alcanzó a un 12 del total de la inversión pública entre 1974 y 1977, habiéndose reducido este renglón casi en la mitad, puesto que, contrario a lo que podríamos esperar en un período de larga y fuerte denominación socialdemócrata liberacionista, había pasado de un 22, del total entre 1960 69 a un 15, entre 1970 73 para bajar más adelante en alrededor del 10. Esta tendencia contraviene la creencia de que el gasto público se abultaba a la par de la inversión, debido a que se orientaban principalmente a satisfacer renglones de tipo social, restándole así recursos y posibilidades de expansión al sector privado. Aunque éste seguía haciendo gala de un visceral antiliberacionismo, la verdad era otra. Ya veremos como después de 1975 un cambio se produjo que exacerbó los antagonismos en torno al papel del Estado y su nexo con la sociedad civil: aparentemente el Estado libreempresario que brindaba enorme apoyo a la empresa privada y velaba por la continuidad y el fortalecimiento del capitalismo nacional y extranjero, comenzó y dejar de serlo para transformarse en un Estado empresario, o mejor dicho en un Estado antlempresario. No obstante nos preguntamos desde ya. Cuán cierto fue ese hecho. Entró en liquidación efectivamente el régimen capitalista de la producción, centrado en el dinamismo de las fuerzas y leyes del mercado? Se pensó acaso en eliminar paulatinamente el capitalismo de empresa privada para instaurar un capitalismo o socialismo de empresa pública. Retrocedió, en medio de estos cambios, el sistema de nuestra empresa privada y sucumbieron sus élites?
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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