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Enfoque del redactor Lector OPINION DINO STARCEVIC Lo que una mamá debe saber La cuita de las palomas Juan Luis Mendoza nas.
Con motivo del Día de la Madre, y en mi visita mensual a Que las mamás se enojen y regañen por cualquier cosa.
una escuela, se me ocurrió formular a un buen número de alum Que no se les permita dar explicaciones cuando surge un nos dos preguntas: qué es lo que le agrada de su mamá; y qué es conflicto en el seno familiar o fuera de él.
lo que le desagrada. He aquí, en pocas palabras, el resultado. Que los comparen con otras personas, exigiéndoles incluso Lo que agrada a los hijos: el ser como ellas. Que los acepten y traten como personas, con sus característi Que se les humille hablando de sus defectos con otras persocas e individualidad. Que las mamás sean cariñosas, comprensivas, pacientes, jus Que tengan preferencias con otros hermanos.
tas, sinceras; compañeras y amigas, además de madres. Que les repitan siempre lo mismo hasta aburrirlos Que den a sus hijos confianza, y que les escuchen con ver Que no les dediquen más tiempo porque las mamás trabajan, dadero interés el debido tiempo.
andan en reuniones, viendo tele o hablando con otras personas. Que les participen de la situación familiar, dentro de una Algunos hijos hablan de algo desagradable al referirse a sus revisión de la vida en familia y un diálogo que esté a su alcance. mamás que fuman, toman licor, o dicen malas palabras. Que les ayuden en sus tareas y problemas.
Señora mamá: Nadie es perfecto, y si usted se ve reflejada Que les saquen cuando se pueda a pasear, a comer fuera, a en alguno de los aspectos de esta enumeración de cosas desagrajugar con ellos.
dables para sus hijos, ayúdese de ellos mismos y, desde luego, de Que se les estimule hablando de ellos positivamente, felici la gracia de Dios, para que vayan poco a poco desapareciendo.
tándolos, dándoles alguna recompensa cuando se la merezcan. Piense que no hace bien a sus hijos, usted que los ama tanto. ahora lo que les desagrada de las mamás: Y, más aún, esfuercese por profundizar los aspectos positi1. Que, sin razón para ello, se les eche la culpa de algo que no vos, agradables, que usted ofrece ya a sus hijos. Cultive esas virhan hecho, y hasta se les castigue injustamente, incluso golpeán tudes que hacen de usted una buena madre. si así lo hace será dolos. Me llamó la atención el que, aún tratándose de una escue feliz y hará felices a sus hijos. a su esposo también, claro. Es la de gente bien. hubiese tantos alumnos que se quejan que les lo que Dios quiere, y yo también, para usted hoy y siempre.
pegan. Será posible. Por lo visto, nada en este mundo resulta inocente, ni siquiera la cuita de las palomas. La mejor prueba de ello es el Teatro Nacional, que desde hace casi 100 años es el corazón de San José.
Atacado por dentro y por fuera, la principal obra arquitectónica (y cultural)
de la capital, se cae a pedazos, a la vista de todos.
Los problemas del Teatro parecen obra de la fatalidad. Los temblores han cuarteado sus paredes, el comején hace su agosto con la honorable madera del edificio; las filtraciones de agua trepan por sus paredes. Afuera, el humo negro de miles de autos carcome sus piedras y mármoles, al punto que ni el ángel que coronaba el techo soportó los vapores.
Cuando se construyó la Plaza de la Cultura, se pensó que libraría al costado norte del Teatro de la contaminación; pero la Plaza, en todo sentido, es un tiro por la culata. Sin que nadie sepa cómo, un creciente y despreocupado grupo de esos volátiles animales ha tomado la Plaza, junto a los vendedores de chucherías y a otra fauna similar.
Ahora, las inocentes palomas se han multiplicado como conejos y, como buenas palomas, descansan en las cornisas del Teatro. Por desgracia, también las usan como letrinas, y su ácida cuita está dañando las piedras del noble recinto.
La restauración de los monumentos es una labor constante, en los países donde se aprecia el pasado. En casos como esos, no se escatiman gastos, porque el tesoro nacional no es reparable ni sustituible.
Mucho es lo que podemos hacer por el Teatro. Acaso librar a la Avenida Segunda del tránsito que destroza su costado; reunir los cinco millones de dólares para su restauración; y sacar a las palomas, a pesar de lo candidas que se vean.
Después de todo, y que perdonen los ecologistas y defensores de los animales, y es preferible un Teatro Nacional que una bandada de palomas. Las palomas se multiplican solas, el Teatro no.
Hoy, más que nunca, el Teatro es de todos nosotros. Ya no es el recinto exclusivo donde la gente bien acudía a oir música o a una cena de gala; ya no es el teatro de los cafetaleros, a pesar del mito que entraña esa idea.
Es mi Teatro, es su Teatro. El deber de protegerlo y cuidarlo también es nuestro.
BUZON En desacuerdo con Arzobispo Apoyo al Arzobispo Cortesía al manejar Como la gran mayoría de los costarricenses Ahora más que nunca la Iglesia Debido a que vivo en Rohrmoser, secsoy católica, pero no me parece que el Católica en la persona del Arzobispo de tor de San Jose, en donde residen muchos máximo dirigente de nuestra Iglesia apro San José, ha asumido el papel que realmen extranjeros, me he podido dar cuenta de la veche una concentración anual de los cató te le corresponde en defensa de los más cortesía que poseen los choferes extranjeros y los costarricenses. deseo, en esta olicos nacionales para hacer críticas al desposeídos.
portunidad, hacerlo ver para que aprendaGobierno. Estoy de acuerdo en que la situa Pero es preocupante la reacción del Sr.
mos de la lección que ellos nos están ción del país no es la mejor del mundo, Thelmo Vargas, Ministro de Hacienda, en dando.
pero también reconozco el esfuerzo que relación con la actitud del Arzobispo por Estos hacen los altos, respetan los semáfohacen nuestros gobernantes para salvar al que entonces podemos vislumbrar el futuro ros y, sobre todo, ceden el paso cuando país del desastre que dejó la administración que nos espera en manos de los señores que algún conductor desesperado. como los anterior, que fue de ocho largos años. tienen el poder actualmente, y que no tieque hoy abundan, quiere pasar como de Quizá la falla mayor de nuestro prelado fue nen ningún interés o voluntad de buscar lugar.
haber agredido al invitado de honor a esa una verdadera justicia contributiva.
Una señora, un día de estos, cuando un hombre por detrás trataba de que le diera ceremonia tan especial.
espacio, tocando el claxon y gritando por la Les quedo muy agradecida si me ventana, tan sólo se orilló y le dijo. Pase publican esta modesta opinión.
usted, caballero. Quién pierde más. El malcriado que se quiere matar yendo a toda velocidad o la persona que, sin complicarse la vida, se sale del camino?
María Teresa Naranjo González Cédula 164 531 Ronald Retana Guido 113 028 Rosemarie Quintana Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
Este documento no posee notas.