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Costa Rica (4 mi distinguido amigo don Próspero Calder)
Rugió la tempestad, fiera, gigante, majestuosa, de olimpica bravura, y bajo rudo golpe, con pavura el cielo abrió su mágico semblante.
Rodando por la esfera centellante cual una estrella de fulgente albura, un fragmento del cielo. y de la altura cayó en la orilla del soberbio Atlante.
El Pacífico entonces, reverente ofrecíole sus perlas virginales al regio són de su cantar potente. Dios al contempiar tanta gradeza, colmólo de criaturas celestiales de peregrina y candida belleza.
1914 CARRASQUILAMALL. BINO Pasatiempos El músico responde con otra bofetada, y exclama. Asiente usted esto en sus libros!
Conversación entre dos estudian.
tes. En qué dirías que está empe.
nado Alfredo. En dar la vuelta al mundo. No.
En abandonar la carrera?
Tampoco Pues en qué?
En más de mil pesetas!
Al entrar en el establecimiento un condenado presidio, le preguntan. De qué se ha ocupado usted hasta ahora?
De astronomía.
Pues lo que es aquí no se per mite hacer observaciones.
Un músico disputa con un comerciante.
Este, furioso, dá un bofetón su adversario, y le dice. Tome usted nota de esto!
De un folletin.
La multitud enminaba en silencio por las desiertas calles de la ciudad ECOS DE NAVIDAD. Por qué bebes de un modo tan desmedido!
Para ahogar mis penas. logras tu propósito. No, porque mis penas saben nadar.
Un cirujano adora gu mujer, la cual desea un par de pendientes de brillantes. Oye, esposa mía le dice el doctor si no corto la pierna al mar.
qués, no podré regalarte lo que me pides. Pues, córtasela, hombre, córtasela en seguida.
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