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ANA. no estoy yo aquí. Qué creéis? También yo he aprendido ser mujer de mi casa. cómo cocinaría. Cocina rusa. borschtsch y pilaw (todos rien. SRA. VOCK. con premura involuntaria. No, de ninguna manera.
CATA. Bien, mamá, si no te molesta estar en nuestra compañía.
JUAN. Pásame el azúcar, Catita.
CATA. se lo pasa. Alla viene Braun. entra Braun con gabán, sombrero, bolsa de viaje, paraguas y un libro bajo el braso. Viene como cansado. BRAUN. Buenos dias.
JUAN. qué causa debemos el honor de tu visita. la señora Vockerat espanta con su servilleta un insecto. Es una abeja, mamá, no le hagas daño.
BRAUN. Necesitaba pinturas, quería ir a Berlin comprarlas y he perdido el tren.
JUAN (riendo. Te sucede menudo eso. BRAUN. Vaya! Si no es hoy, será mañana.
ANA. No salen otros trenes hoy. retirando su silla, aludiendo al insecto. Vuela sobre nosotros.
CATA. alzando los brazos como si el insecto cumberse cerca de su cabeza. Es que la atrae el azúcar.
BRAUN (á Ana. Sí, parten varios; pero son muy caros para mi. yo viajo solamente en trenes mixtos, JUAN (riendo. ésos salen antes de la hora, no es cierto?
BRAUN. Alcanzar la fama un dia antes o un día después. además.
por lo que hoy vale la pintura JUAN. Es preferible jugar ajedrez. No te parece?
SRA. VOCK. da un salto y grita. No es una abeja, es una avispa (todos la persiguen con las servilletas y la hacen salir. JUAN (cerrando la puerta vidriera. Ya está despedida.
SRA, VOCK. tomando su sitio. Qué insectos tan fastidiosos con su rum rum!
JUAN (á Braun. Ven acá, Braun, siéntate. Qué libro traes. BRAUN. Es un libro muy interesante: Los Artistas por Garschin; leelo, Juan, puede servirte de algo.
ANA. No lo conocía usted?
BRAUN. Empecé leerlo esta mañana. él le debo el haber llegado tarde la estación.
JUAN. de que trata. BRAUN. Trata de dos artistas; uno pensador y otro loco. El loco era ingeniero y se hace pintor. El pensador manda al diablo la pintura y se hace maestro de escuela.
JUAN. por qué se decide ser maestro. BRAUN. Probablemente porque cree que es más útil dedicarse formar el pensamiento de los demás que pintar telas.
JUAN. Qué mala idea tienes del arte! Yo, por mi parte, no la tengo tan mezquina de mis estudios.
BRAUN. Es porque yo he sabido comprenderlo y confesarlo mientras que tú no tienes el valor de confesar que.
JUAN. Qué cosa. Qué cosa no tengo el valor de confesar?
BRAUN. Que todo lo que lees y todo lo que escribes es tan inútil como lo que yo y otros pintamos. Tu estudio psico fisiológico.
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