Guardar

Lurra 163 hasta la bomba arrojada a los reyes de España, han trascurrido cerca de 12 años, pudiendo decirse que en ninguno de ellos han dejado de cometerse atentados de la misma clase, fracasados unos, desgraciadamente certeros otros y causando buen número de víctimas y no de burgueses ni explotadores, sino en su mayoría de humildes trabajadores.
Es decir que, salvo el caso de Pallás, todos los otros demostraban en sus autores el instinto del mal por el mal mismo, fuese quien fuese el sacrificado.
Santiago Salvador en el Liceo de Barcelona el 10 de novienbre del mismo año, 1894: los incógnitos autores de la bomba arrojada en la Calle de Cambios Nuevos el 10 de junio de 1896, al retirarse la iglesia la procesión de Corpus: la desconocida fiera que el 17 de noviembre de 1904 sacrificaba 21 personas en la Calle de Fernando: el no liabido autor de la explosión ocurrida en la Rambla de las flores el de setiembre de 1905, amen de otras y otras que por fortuna no llegaron estallar, también colocadas en sitios públicos, con apellidarse anarquistas, tienen, sin duda, un valor moral infinitamente inferior que el de PaLa casa de la Calle Mayor y le carrosa real. El balcón llás, Santos Caserio, Angio marcado con una es el lugar desde el cual lillo y cuantos, como ellos, anarquista Vorral arrojó la bomba dirigieron su acción contra persona entidad determinada, llevados por el odio contra lo que sus ojos representaba la ley, la autoridad el gobierno.
Morral tuvo el triste privilegio de reunir en sí solo todo: el odic del poder y el instinto del mal por el placer de hacerlo. No es posible que ese hombre creyese que aun acertando de lleno la real carroza, pudiesen ser únicamente sus víctimas los jóvenes reyes. La muchedumbre apiñada, las compactas filas de soldados, el numeroso acompañamiento del cortejo eran blancos seguros. El atentado, pues, tuvo por pretexto cortar la vida de don Alfonso y doña Victoria, pero el fin positivo era 1678

    Spain
    Notas

    Este documento no posee notas.