Guardar

. apellido. Tomás. Tomás qué?
El interrogado se volvía a todos lados en busca de alguien que supiera lo que él parecía ignorar y no hallando espíritu santo que le inspirase se sonreía, poníase y quitábase el mugriento sombrero y volvían sus ojos al sobrecargo que con penetrante mirada trataba de excudriñar si era ignorancia malicia la que impedia contestar aquel individuo.
Pero no sabe cómo se llama. Si señor, Tomás. Pero ¿qué más?
Nuevas miradas en torno de sí y por fin un elocuente encogimiento de hombros. Cómo se llama su padre de Está muerto.
Bueno; pues cómo se llamaba.
Pedro De apellido, quiero decir. Cómo dice?
El a pe lido de su padre ¿cuál era. no se salia de aquí. Dónde ha embarcado En Santa Cruz de Tenerife.
El sobrecargo empezó rombrar todos los Juanes embarcacos en el punto aludido y cuando solo quedó uno sin contestar, adjudico, no del todo seguro, aquel Juan secas el apellido flotante. Va solo?
Vista de la Catedral Si, señor.
Pase el hombre pasó sin darse cuenta de todo aquel interrogatorio. él se repetía varias veces en forma parecida, pues el que sabia su nombre ignoraba su edad el pueblo de su naturaleza.
Cerca de tres horas duró el desfile, sin que apareciera el polisson, pero el sobrecargo empeño en descubrirle, pues antes de mandar romper filas todos aquellos quienes acababa de pasar revista, dió orden la marinería de que se registrase el buque de cubierta cala sin dejar rincón capaz de ocultar un hombre.
No habían transcurrido diez minutos cuando apareció un contramaestre trayendo del brazo un sujeto cuyo color y edad eran imposibles de conocer por venir tiznado de pies cabeza. Dónde estaba. preguntó el sobrecargo.
En la carbonera de babor.
Que se lave y tráigamelo otra vez.
Volvió el intruso y entonces pudimos ver que era un muchacho que tendría apenas diez y ocho años, rubio y guapo, de sueltos ademanes y con cara in1746 tot. Von

    Notas

    Este documento no posee notas.