tarios, el de Guatemala, el Honduras y el de El Salvador, convinieron en celebrar aquí una reunión, para concluir un tratado de amistad y comercio que fuese como el apice de la columna cuyo plinto descansa en el Marblehead. Tal es el motivo que aquí trae los delegados de aquellas Repúblicas; pero como quiera que dicha reunión debía tener lugar en días cercanos al 15 de setiembre, el Gobierno del señor González Víquez ha querido aprovechar a la vez esa circunstancia para celebrar en familia, como quien dice, el aniversario de nuestra independencia. Por otra parte, el Gobierno debía cunsiderar como caso de particular distinción el que se hubiese escogido el hogar costarricence para sellar el convenio que puso fin al estido de guerra existente hace poco entre aquellas naci nes hermanas, acontecimiento que por sí solo pedía calurosa celebración, sobre todo, los costarricences, que estimamos la paz como una merced de los dioses.
Todo, pues, designaba este momento histórico como el más aparente para celebrar grandes fiestas. Efectivamente. Los preparativos que se hacen anuncian ya de por sí que las fiestas próximas sobre pujarán en esplendidez todo lo que en punto de diversiones públicas hemos visto hasta ahora los de esta banda. Dicho.
samente, parece haber un acuerdo tácito, pero sumamente expresivo, entre todos los factores socials, para agasajar nuestros hermanos con fiestas dignas del acontecimiento que aquí los reúne y de nuestro glorioso 15 de setiembre. El Congreso ha autorizado al Ejecutivo para gastar sin tacañerías lo que sea menester, y el Ejecutivo, por su parte, se propone echar la casa por la ventana. Nada más justo. Huelga decir, por de contado, que la sociedad está pronta embelle.
cer con su presencia todos los festejos que se preparan. Es, pues, de esperarse que nuestros hermanos hallen en estas fiestas la medida de 12 confraternidad costarri.
cence. Páginas Ilustradas saluda con efusión cariñosa los delegados centramericanos.
GASTÓN DE SILVA Torpeza sobre torpeza Dramita social, en tres actos breves, y en prosa vil.
El escenario es un salón, brillantemente iluminado, y en el que se está celebrando una vela la lírico literaria Una señorita, quien la madre naturaleza no favoreció con los dones de la hermosura, declama muy mal, una pésima composición en verso Un joven y un respetable anciano, se comunican sus impresiones.
ACTO PRIMERO El joven. No le parece Ud. que esos versos son detestables?
No, señor; son míos.
ACTO SEGUNDO. Ud. dispense! Será, sin duda, por lo mal que los está recitando esa horrible criatura, tan fea y tan repugnante. Caballerito, es mi hija!
ACTO TERCERO Vamos, tranquilícese, mi querido poeta. Sus verses son admirabls y están muy bien recitados; pero pésimamente acompañados por esa especie te bruja que ti cu el piano. Es mi señi ra. Telón rápido. 1777