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Las mujeres varoniles Fragmento de una carta de la Baronesa Libert Decia que muchos maridos, no gustaban de los modales que toman algunas mujeres de estos días, para parecerse a los hombres. En efecto, el feminismo exagerado que se ha desarrollado entre nosotras, de algunos años esta parte, seguramente os amenaza también. Hemos tenido por cierto una independencia relativa que no deja de tener su encanto; pero muchas, entusiasmadas por el éxito, han sobrepasado los límites y ya es tiempo de decirles alto! esas atolondradas. En resumidas cuentas. qué es lo que tenemos que ganar igualándonos en todo los caballeros. Al obtener sus privilegios, tendríamos sus deberes y obligaciones. Acaso no es bastante para una mujer ser hermosa, elegante, festejada, y nuestra debilidad misma no es una fuerza cuando sabemos emplearla?
Séame permitido deciros, que uno de los grandes encantos de la mujer, es ser verdaderamente mujer; todo lo que pueda recordar los modales el traje masculino no puede sentarle. Si una joven me pidiese un consejo, le diría: FEMENÍCESE lo más posible.
Los gestos demasiado bruscos, las expresiones propias de los hombres, la manera de sentarse, de caminar con pasos demasiado grandes, todo eso, es poco gracioso y fuera de lugar en una mujer, sobre todo cuando es joven.
La toilette debe cuidarse mucho; todos esos cuellos tiezos que encieran el pescuezo como en una argolla, favorece muy poco. Adornad el traje con pasamanerias, encajes, cintas, cadenas, alhajas, etc. Nada de corbatas de hombres, calzado de hombre, camisetas de hombre. La gracia y el encanto personal de nuestra toilette han de residir precisamente en las cualidades predominantes de la mujer, que deben ser al contrario de las del hombre. Allí donde es severo, sencillo y sobrio en los caballeros, debemos lucir la delicadeza y la gracia que permitan nuestros adornos Jerez de la Frontera. Cádiz. España. 24 de junio de 1906 SEÑOR DIRECTOR DE Páginas Ilustradas San José Muy señor mío y de mi más distinguida consideración: Me permito molestar la ilustrada atención de para suplicarle me envíe un número cualquiera del periódico que tan dignamente dirige (aun cuando sea de fecha atrasada. con el objeto de que figure en una colección que estoy formando de publicaciones periódicas.
Confiado en que tendrá la bondad de acceder mi ruego, le anticipo las gracias y me ofrezco su más atento Manuel Cancte 1895
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