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1al 16 a al or la decían los mentados periódicos el día 13. y el 14, y el 15 y. en efecto, la Majestad. primera había salido el 12 en compañía de 16, 000 caballos, montados naturalmente, por otros tantos jinetes.
Otro ejemplo. Ni en Francia ni en España se sabían cuáles eran las intenciones del Sultán segundo. Reinaba la más deliciosa confusión.
Unos aseguraban que ese Muley era amigo de los europeos y estaba dispuesto a partir un. higo chumbo con ellos. Otros juraban y perjuraban que iba sobre Casablanca con no sé cuántos millones de caballos hacer gigote de las tropas franco españolas. ahora resulta que don Muley ni corta ni pincha y que hasta se puede suponer que obra de acuerdo con su hermano el que, su vez, cuenta con el beneplacito de un caballero que lleva los bigotes muy echaos pa riba.
Otro ejemplo y es el último: Francia, léase Clemenceau, estaba dispuesto enviar Casablanca todas las tropas necesarias para irse tierra adentro y llegar hasta Marraquesh mientras por la parte opuesta, es decir, desde Argelia iba otra partidita en dirección Fez. Pues no señor; ahora las cosas van por otro camino y ya se vislumbran los iris pacíficos estando dispuestos los franceses a evacuar Casablanca que quedará resguardada por la policía española en conformidad con lo estipulado en Algeciras.
Dícese, además, por aquí, que la actitud guardada por España, en donde la opinión ha resuelto por unanimidad que no se oigan más las guerreras notas de la marcha de Cádiz. de tan tristes recuerdos, contra lo que decían los periódicos franceses, ha merecido la más terminante aprobación del papá alemán.
En resumen; que hay quien sin tener tienda de pesca salada, corta el bacalao por donde le da la gana.
2: OS 0Su sí la OS eOS.
in Se eEco fiel de lo que se cuenta y dice, no debo dejar inédito un incidente que se refiere al señor Presidente de Panamá.
El señor Amador Guerrero, que con su señora y familia está dando una vuelta por el mundo en touriste, su paso por Roma había pedido una audiencia Su Santidad. Pero la audiencia no fué concedida, comentándose el hecho de varios modos por los periódicos. Pues sin andar con rodeos ni eufemismos, como a hora se dice, sépase que la cosa fué así.
El Sr. Amador envió su secretario al Vaticano con el encargo de pedir una audiencia al Papa para él y su familia, El mayordomo, monseñor Bisleti, contestó que con mil amores recibiría al Presidente de la república de Panamá y dió al secretario indicaciones respecto al ceremonial que, tratándose del Jefe de un Estado y además cató lebía guardarse. El secretario le fué con la noticia al Sr. Amador Guerrero y éste envió otra vez al secretario para decirle monseñor Bisleti que no quería meterse en líos con el Gobierno italiano (pues había ya visitado en Racconigi Victor Manuel en forma privada) y que lo que deseaba era ser recibido privadamente. Entonces el mayordomo Bisleti hizo saber al Sr. Amador que la Santa Sede 110 podía transigir, y que, se hacía en forina oficial y solemne, la audiencia no se celebraba.
el Sr. Amador persistió en su propósito, la recepción no tuvo lugar.
Después de todo, dicen ahora los católicos, nada hay de que extrañarse, sabiendo que la masonería tiene en sus manos al Gobierno de 2804 ea.
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