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que averigüe el precio de los terrenos que no son del señor Facileau Duplantier, los compre y abra las calles necesarias.
El 22 de febrero de 1893 el mismo señor hace una propuesta para macadamizar las calles de esta parte de la ciudad: la Municipalidad nombra al regidor González Ramírez para que examine la propuesta, llevándose acabo la macadamización un tiempo después.
No sólo por esta parte de la ciudad se extendía la población, por el lado de la Sabana y con fecha 21 de marzo de 1892 don Gregorio Richmond hace una donación de calles con tal que la Municipalidad haga las siguientes reformas: Que la Municipalidad conduzca el agua a la nueva población.
IIQue se macadamicen las nuevas calles.
1119 Que se decrete el ensanche de la ciudad en esta parte.
Hace saber el señor Richmond que si la Municipalidad no lleva a cabo las anteriores reformas las calles abiertas pasan ser otra vez de su propiedad.
Esta reforma tan importante no se llevó efecto, porque el mismo señor, con fecha 11 de abril de 1892 retira la donación que había hecho, El 30 de mayo de 1892 los señores don Federico Gólcher, don Laureano Echandi y don Marcelo Brenes dan los terrenos que son ocupados por las calles que están trazadas en las fincas de su propiedad en el barrio de la Soledad, con tal que la Municipalidad cierre los terrenos, El de abril de 1893 doña Pamela de Bonilla, por medio del Ingeniero González Ramírez, dona las calles que pasan por los terrenos de su propiedad situados al del Lazareto.
Estos son los hechos más sobresalientes; sin embargo, el número de calles aisladas que se abrió fue muy grande, La composición de muchas calles seguramente aumentó el radio de la población en la práctica, pues no se hizo efectivo sino hasta el de octubre de 1895 En el ornato de la población se hizo bastante, se empezaron sembrar las arboledas de las calles del Cementerio y de la Sabana, por un contrato que se hizo con don Esquivel el 29 de enero de 1893.
Fosé Gristán San José, de marzo de 1908.
Tus ojos Me preguntas, niña hermosa y fatal, por qué y cómo murió el poeta que te brindo las mejores flores de su pensamiento?
Con una bala destruyó la muralla de sus ilusiones, porque no quiso ver más la luz que tantas veces canto: la que tramonta las montañas; la que dora las espigas: la que acaricia con ardor el rostro del labriego. quiso huir de la luz que puso Natura en tus ojos para quemarle el corazón.
Ahora vaga en las tinieblas horrorosas del más allá: y dicen los que pretenden penetrar en el misterio del arcano, que su alma lleva encima el castigo de ver repetirse cada instante la escena del suicidio, y que la única luz que encuentra su paso es la de las pupilas de la ingrata, que le causa más estragos que la bala que le perforó el cráneo.
Tú conoces esos ojos, porque muchas veces me has contado que cuando estás delante del espejo, del fondo del cristal parecen surgir unas pupilas centellantes como las de una terrible rival.
Daniel Dreña 3209

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