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PÁGINAS ILUSTRADAS 3811 VERÓNICA doña Adela de González Víquez Marcha el Justo la muerte: su divino Rostro en sangre y sudor está bañado; De asquerosas salivas salpicado, sucio por el polvo del camino.
Puso sobre Él, con saña de asesino, Sus manos alevosas el malvado; a quien se alzara libre del pecado, La inmundicia por fin abatir vino.
Entre la enfurecida muchedumbre De soldados y turbas insolentes, Camina con su cruz hacia la cumbre: Unos le ven pasar, indiferentes; Otros tal vez de angustia el alma llena; Nadie se acerca mitigar su pena!
II Mas hay una mujer, que denodada Rompe al través de la feroz cuadrilla, ante Jesús, humilde se arrodilla Llena de fe y en lágrimas bañada; Enjuga con su manto la sagrada Faz, que con nuevos resplandores brilla; en la tela se lleva oh maravilla!
Del Dios Hombre la imagen estampada!
El que tiende su mano generosa Al despreciado por el mundo, y calma La desolada angustia del que gime, Siente en su corazón algo sublime. Es que la imagen de Jesús radiosa Se reproduce en lo intimo de su alma!
MATÍAS TREJOS

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