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3842 PÁGINAS ILUSTRADAS La educación del niño en SIO de da ris fo in pa VIE lu ell de Traducción del francés por Alfaro Cooper (Conclusión)
para Páginas Ilustradas Sólo el bien puede producir el bien, Cuando tengáis que dirigir conciencias que suponéis desalentadas, excitad siempre en ellas los sentimientos generosos. No las castiguéis moralmente. El castigo moral, menos aún que el castigo fisico, no tendrá poder ni resultado alguno satisfactorio.
Obrad siempre con bondad, pero con firmeza; con dulzura armada de paciencia; con razonamientos sabiamente puestos al alcance de quien se trata de convencer, y sobre todo. predicad con el ejemplo, ved claro.
y para esto reflexionad en el recogimiento de todo vuestro ser, y jamás seréis engañados Sembrad siempre en vuestro camino los buenos pensamientos, los buenos cjemplos y las buenas resoluciones. Ellos no germinarán tal vez en largo tiempo, los creeréis estériles caídos en malas tierras: os engañáis. su tiempo la simiente se desarrollará bajo ciertas influencias favorables, quizás tardias para los deseos del sembrador, y brotarán las buenas plantas. No os desalentéis por la lentitud del resultado. Que esto no os preocupe en manera alguna, acaso no lo veréis vosotros; pero se conseguirá, y esto es lo principal. Sed perfectos como vuestro padre celestial es perfecto. Esta gran máxima es preciso tratar de practicarla todos los días, porque si vosotros pedis mucho los pequeños y los jóvenes, justo que exijáis mucho de vosotros mismos.
En esta vía de perfeccionamiento hay siempre demasiado que hacer, porque vuestros pequeños esfuerzos cuotidianos apenas bastarán para contener y destruir una mala costumbre una tendencia perniciosa. Que todo lo que provenga de vosotros sea puro y bueno y esparciréis sin esfuerzo el bien y la felicidad en vuestro derredor.
Nada es tan contagioso como el ejemplo.
Recurrid la bondad, la calma, la paciencia; practicad sencillamente estas virtudes y las personas más rebeldes serán convencidas y avasalladas.
iPaciencia y dulzura siempre! Sed fuertes y dulces, tranquilos y bue nos y podréis todo, absolutamente todo, en torno vuestro.
El bien atrae el bien, o si no existe. lo crea.
Poned todos vuestros esfuerzos cuotidianos en adquirir esa serenidad que debe irradiar de un alma en paz consigo misma y con todas las demás.
No seréis grandes si no con este poder de irradiación celestial y sólo haréis el bien armados de esta virtud. Ayudaos los unos los otros para adquirirla.
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